El renombrado Street XO, es la versión más callejera de la cocina del crestado y estrellado cocinero David Muñoz. Su interpretación más “casual” ubicada en un trozo de la milla de oro madrileña, en la séptima planta del El Corte Inglés, una de las calles más remuneradas del tablero Monopoly, en Serrano 52.
El ruido del boca-boca, cuenta, que su “cola” a veces, alcanza hasta la quinta planta. Aprovechando que estábamos de vacaciones, una mañana, nos pusimos en posición “on” experiencia gastronómica, ¿lo conseguiríamos?
Son las 12:45 horas, desde la planta calle del El Corte Inglés, caminamos hacía el fondo, a su derecha se encuentran los ascensores, pulsamos el número -siete-. Hemos llegado, a la salida observamos una cinta que limita su espacio a través de un pasillo, es ahí, donde comienza la espera.
Esta zona es compartida con una espléndida terraza que tutela el restaurante de corte mexicano Cascabel de Roberto Ruiz, artífice del restaurante Punto MX. Junto a Rocambolesc, un puesto inspirado en la fábrica de chocolate de Willy Wonka que sirve los originales helados de Jordi Roca.
Un total de siete estrellas brillan con luz propia en lo más alto de este edificio, custodiadas por el Centro Comercial El Corte Inglés de Serrano, bajo su proyección Gourmet Experience.
Un cartel a pie de entrada, nos informa la hora de su apertura, 13:30 horas. El tiempo nos da para conversar con otros viajeros, y compartir nuestras expectativas. Lo hicimos con una majísima pareja de Gallegos, Marta y Samu, que habían venido a un festival de música, y aprovecharon para hacerse un kitkat gastro y reponer energía.
Comienza la emoción, noto cierto nerviosismo, no puedo controlarlo, momento de sudoración leve. Solo hago que observar tras la puerta que nos separa apenas dos metros. El personal de sala ajusta los últimos compases para dar la bienvenida a los primeros comensales. Se ayudan a vestir con las camisas de fuerza que abrochan a sus espaldas.
Tras un rato, salieron a preguntarnos cuantos comensales éramos, entregándonos un “ticket” con el número uno. Al mismo tiempo, nos ofrecieron pedir un refresco o cocktail, detalle que agradecimos, la temperatura ascendía por momentos. Con los primeros tragos de una Alhambra 1925 bien fría, se atenúa bastante bien la espera.
Barra canalla, saturada de elementos divertidos y molones, repletos de colores vivos, muy vivos, todo cobra vida. Sentados en sus taburetes es como Viajar a otra Galaxia, y tenemos tickets, para subir una y otra vez. Su diseño es obra del interiorista Lázaro Rosa-Violán, pasó grandes temporadas en “Ganimedes”, -para hacer lo que sabe hacer-, es uno de los grandes en crear espacios únicos.
Todo es perfecto, la coordinación de sus cocineros, montadores de platos, ayudantes y camareros, recorren casi la “media maratón” en cada servicio, de -extremo a extremo- de su alargada barra. La “mise en place”, la creatividad de su vajilla, y todo, todo, todo, en riguroso directo, bajo la atónita mirada de los comensales que intentan no perderse ningún detalle.
Déjate llevar por las emociones y sé feliz pa siempre. Ya suena la música, que comience el SHOW.
Me fascina escuchar el ruido que hace el wok cuando golpea con la base, y a la incorporación de los ingredientes se juntan con la “llama”, finalizando en fuegos de artificio. Como dibujar en un lienzo, se mezclan colores y sabores, con una magnífica destreza confeccionan -uno a uno- sus platos, ahí, delante de ti, ya rugen las tripas.
Quince elaboraciones completan su carta, ¿has traído el pasaporte?. Propuestas para dar una vuelta alrededor del mundo, en pequeños bokados, comer con las manos, y tocar directamente el PRODUCTO. Las herramientas (cubiertos y palillos), pasan a un segundo plano.
Comienza la cuenta atrás, tres… dos… uno… IGNICIÓN.
Hemos subido a la parte más alta de La Noria, es un buen comienzo. Sus texturas crujientes, sedosas, dulces y ácidas, sincronizan correctamente, puedes comerte media docena sin darte cuenta. Simple y llano, Deleitoso.
Tomamos el rollito y bañamos en las salsas, tiene un par de mordiscos. Crocantes y crujientes bokados, para encontrar Los Rápidos, agárrate fuerte, antes de mojarte. Te golpeará como una ola el paladar.
No te puedes ir sin probar su “algodón dulce” y mancharte la boca, es lo más “goloso” que encontrarás en el parque.
Innegable fusión culinaria para esta sopa con tropezones que nos llena el paladar recordándonos a los caldos -del ayer y también del mañana-. Auténtico Carrusel para tus papilas, su sabor gira y gira, hasta gritar: “estoy vivo, estoy vivo”. Me pido el “cerdito”. Daviz, hazlo en Tetrabiz por favor!!
Para comerla, cogemos la cuchara y mezclamos los elementos. El efecto es inmediato, un plato muy aromático con un sutil punto picante, su paso es crujiente y cremoso. Delicioso.
Salimos muy emocionados, ha sido una experiencia gastronómica plena (EGP). Street XO, es una barra salvaje donde -comer y beber- se convierte en una fiesta. Enhorabuena a todo el TEAM, por hacernos un poco más felices, volveremos a reunirnos en el parque.
Gracias por venir.
Street XO (enlace web)
Dirección: Calle de Serrano, 52, 28001 Madrid
Teléfono: 915 31 98 84