¿Cómo surgió el teatro y su historia?
Si queremos hablar del origen del teatro, debemos remontarnos a la Grecia antigua, cuna de las manifestaciones artísticas. Muchos estudiosos aseguran que el origen del teatro estuvo vinculado a un lado mágico o misterioso a raíz de las celebraciones en las que se rendía tributo a Dionisio, el dios del vino, la vegetación, el ciclo de nacimiento, muerte y resurrección.
Las representaciones comprendían a un grupo de hombres disfrazados de chivos, que, a modo de sátira en un coro, entonaban ditirambos y danzaban con las bacantes o ménades en honor a su Dios. Lo recomendado era asemejarse al dios, y reflejar de alguna manera su poder de desenfreno y placer. Con el paso del tiempo estos rituales se fueron difundiendo hasta llegar a mezclarse con ritos más antiguos de orgías y fiestas, que parecían más una fuerte lucha entre los poderes superiores que dictan la muerte y el sufrimiento.
Según el filósofo Aristóteles, las representaciones dionisiacas eran alegres y sencillas, sin embargo, otros apuntaban que estos coros y sus alabanzas, eran bastante violentos, lo cierto es que las celebraciones alcanzaron mucha popularidad por los siglos 8 y 7 antes de Cristo.
Estas festividades fueron evolucionando, y en el siglo seis se introdujo por vez primera al actor, que alternaba entonces con el coro, quien mantuvo el estilo dórico, propio de la poesía coral griega, mientras que el actor utilizaba el lenguaje y estilo jónico de los senarios y yámbicos.
A partir del siglo 5 A.C, comenzaron a introducirse más cambios al establecerse los relatos de la tragedia y la comedia. Esto trajo consigo que los dramaturgos Esquilo y Sófocles, aumentaran el número de actores para cada una de las representaciones, lo que hizo necesario que se creara un escenario mayor para que todos cupieran. Así la sociedad conoció los grandes teatros de piedras, capaces de albergar a más de 10 mil personas.
Es importante señalar que, en aquella época, las obras teatrales solo eran hechas por los hombres y al aire libre. Se disfrazaban con máscaras y túnicas, esto dio lugar a lo que hoy conocemos como teatro o drama.
¿Qué es el arte en el teatro? Definición y concepto.
El teatro es arte puesto que está reflejado precisamente, dentro de las artes escénicas. También se ha utilizado para nombrar a un género de la literatura, que está basado fundamentalmente, en los textos pensados para su representación en escena. Es importante añadir que, además, se le denomina teatro, al edificio o construcción que se utiliza con este fin.
Varios elementos conforman el arte, que se genera a través del teatro. Lo fundamental y que ha trascendido desde su origen, es que a través de él se representa la sociedad. Se pueden establecer vínculos entre lo social, lo estético y lo filosófico, incluso hasta la psicología que rige una nación.
¿Cuándo, cómo y dónde se origina el teatro?
El teatro surgió en la Grecia antigua, en los siglos 6 y 5 A.C, quien fuera una sociedad pionera en diversas artes. El primer teatro construido fue en honor al dios Dionisio. Estaba divido en tres partes, una para la orquesta, otra para los actores y otra para los espectadores.
Las primeras formas del teatro griego fueron el drama satírico, la tragedia, la comedia y el mimo. El drama satírico y la tragedia, estaban caracterizadas como las puestas en escenas más civilizadas, mientras que la comedia y el mimo se veía como algo primitivo. El uso de las máscaras y otros disfraces, era esencial, pero siempre existía visibilidad, que permitían que el espectador reconociera las características del personaje.
¿Para qué sirve el teatro?
El teatro es un arte espectacular, con él puedes relatar desde la historia de una nación, hasta el sentir de la sociedad. La mezcla de sus elementos fundamentales, luces, música, escenografía y trabajo actoral, hacen que sientas lo que otros padecen, o seas feliz con lo el mundo es feliz.
Es una manera vivaz de transmitir al público expectante, la realidad o lo imaginario de los pueblos, interactúa con ese lenguaje visual en vivo, sin necesidad de un monitor por el medio. El teatro sirve no solo para ofrecer entretenimiento, es además un medio de denuncia, o reconocimiento social. Es la forma que tienen, quienes escriben teatro, de trasladar la memoria histórica y cultural de las naciones. En la antigüedad era místico, ya que a través del se veneraban a los dioses y se representaba tanto el poder, como el placer de estos.
Otro elemento que convierte en único al teatro es que cada puesta en escena es original, aunque se repita la obra. No importa cuántas veces uno asista a una función teatral, siempre como media el factor humano, habrá un elemento que la distinga y que haga que no resulte aburrido verla una y otra vez.
Tipos de teatro
Con el correr de los siglos el teatro comenzó a difundirse y ampliarse, poco a poco quedaron a un lado los temas religiosos, y apareció un teatro más social. De ahí se desprendieron los diferentes tipos de teatro, recordemos que ya desde la antigua Grecia, se manifestaba la tragedia, la comedia, el drama y la mímica.
En la actualidad se conocen diferentes tipos de manifestaciones teatrales:
Teatro cómico: este es un teatro generalmente encaminado a situaciones de diversión, en el que los personajes se enfrentan a una trama, que tiene como finalidad divertir al público.
Teatro trágico: es aquel en que los personajes se enfrentan a situaciones desagradables y dolorosas, con finales no felices. Se representan los malos designios de los dioses y gobernantes. La muerte es muy común y los amores sufridos también.
Teatro infantil: este tipo de teatro está destinado exclusivamente a los niños, sus representaciones están basadas en la creación de cuentos, que divierten y entretienen a los niños.
Teatro de títeres: es a través precisamente de los bien conocidos títeres, personajes creados manualmente. Está encaminado fundamentalmente al público infantil, pero existen adaptaciones para los adultos, que van más a la política y la sátira.
Teatro al aire libre: este teatro es muy común, en la antigüedad más. Es el que se desarrolla sin estar dentro de una edificación, el contacto con el público es mayor.
Teatro pedagógico: Se entiende por teatro pedagógico el que está encaminado a la educación, ya sea para herramientas escolares o para escenificar hechos que marcan la historia.
Teatro mímico: este teatro no utiliza el lenguaje articulado, es a través del lenguaje corporal, gestos y movimientos que dejan claro las representaciones y características de los personajes.
Además, existen tendencias modernas como el teatro de relaciones, que no es más que el teatro en el que los actores intervienen con el público y lo hacen participar de forma activa, de tal modo que se convierten también en protagonistas de la obra.
Historia del teatro romano
Se dice que el teatro romano fue una derivación del teatro griego. El teatro romano se instaló en la época de la república, y muchos de los asiduos, eran acusados de estar influenciados por costumbres extranjeras. Cuentan que en Roma no existía un teatro, que ni siquiera se le pareciera a los de Grecia, sino que se hacían las presentaciones, en locales de maderas, donde por lo general lo que se ponía en escena eran tragedias.
Este teatro no tuvo mucho auge, pero poco a poco se fue asentando, y hubo grandes autores que destacaron, uno de ellos fue Tito Maccio Plauto, este hombre vivió un periodo muy convulso, y se hizo famoso por sus producciones teatrales, entre ella destaca la conocida Anfitrión. Es una comedia y es relevante porque es la primera en la que aparecen personajes de la mitología romana, como el dios Júpiter y Mercurio, fue una gran puesta en escena, teniendo en cuenta que los dioses, solo estaban presentes en las tragedias y no en las comedias.
Esta obra de teatro fue insigne para la Roma de la antigüedad, dejó muy claro cómo era en realidad, una obra de teatro basada en la comedia. La capacidad del reparto, su espontaneidad y su profundo respeto a la trama original fueron, sin lugar a dudas, elementos admirables.
El teatro en Egipto
En Egipto al igual que en otras ciudades antiguas también se hacía teatro. A mediados del segundo milenio antes de Cristo, ya se hacían representaciones dramáticas sobre la muerte y resurrección de Osiris, dios de la siembra y la cosecha. Al igual que en Grecia, las celebraciones hacia Osiris derivaron en grandes representaciones de esta deidad, su poder y su valor.
Un dato curioso en Egipto era el tiempo que duraban estas representaciones: aproximadamente seis días. Entre los arreglos, la procesión, la música y los rituales llenaban casi toda la semana. Para los egipcios los bailes y la música tenían gran significancia para la alabanza de Osiris. Cada representación la organizaban los sacerdotes y nobles, y siempre estaba estructurada de la misma manera.
El teatro en Egipto se dividía en tres etapas, actos o fiesta. El comienzo era la partida de Dios, luego el desarrollo trágico que era la muerte y entierro de Osiris y por último el desenlace: la resurrección.
Evolución del teatro
El teatro ha evolucionado desde su origen. Grecia fue la cuna de esta arte escénica y le siguió Roma. El teatro nació por vez primera precisamente en Grecia, donde los atenienses celebraban cultos a las deidades a través de representaciones, que incorporaban una serie de elementos logísticos, así como actores y público. Se tiene conocimiento que surgió en el siglo cinco y seis antes de Cristo. Le siguió Roma, que si bien no fue muy dada al teatro, también lo trabajó y de allí surgieron grandes dramaturgos, que lograron incorporar y hacer cambios a lo que normalmente se hacía.
Las cuatro modalidades del teatro griego trascendieron y en Roma y Egipto también se ponían en escena, la tragedia, el drama, la comedia y la mímica. El teatro en Roma aparece en el siglo tres antes de Cristo, y en un comienzo solo se asociaba a festivales religiosos, pero con el paso del tiempo se convirtió en un medio de entretenimiento, es por ello que lo que más se desarrolló fue la comedia.
Con la caída del Imperio romano en el año 476 después de Cristo, el teatro clásico decayó en el Occidente, y no fue hasta pasados 500 años que volvió a resurgir. Es entonces cuando aparece el Teatro Medieval, este teatro europeo surge vinculado al culto religioso. La misa en si constituía toda una puesta en escena, la liturgia en general constituye todo un drama en el que se hace alusión a la muerte y resurrección de Cristo.
Los clérigos en su afán por inculcar el cristianismo, preparaban grandes representaciones dentro de las iglesias, pero poco a poco se fueron añadiendo elementos profanos y cómico, que obligó a que este tipo de representaciones se hicieran fuera de la casa de Dios, por respeto y decoro. Es por ello que se comenzó a hacer teatro en la calle y plazas públicas.
A partir del siglo catorce, este tipo de teatro comenzó a desprenderse de la escena litúrgica y es cuando se hace más fuerte el teatro profano. Se representaba fundamentalmente en la fiesta del Corpus Christi, y evolucionó de tal manera que hasta podía contar con más de cuarenta dramas. Las obras en escena duraban desde dos días hasta un mes. Como los que interpretaban las obras eran simples pobladores analfabetos, estas eran escritas en forma de coplas para la mejor memorización.
En el siglo dieciséis la reforma protestante puso fin al teatro religioso, y un teatro profano ocupó su lugar, el del renacimiento. Una nueva forma de mirar los temas sociales, laicos, la lucha de la humanidad y las adversidades, fueron calando las artes escénicas de la baja edad media. La reincorporación de lo cómico y lo grotesco, fueron marcando la nueva forma de hacer teatro. Poco a poco, actores profesionales se fueron vinculando, dejando a un lado a los empíricos.
Con la llegada del teatro moderno, confluyeron diferentes elementos que hasta ahora habían sido secundarios: la iluminación, escenografía y sonido, juegan en la actualidad un papel preponderante en la puesta de escena. Se integra además la experimentación, ya no sólo actúan los artistas, sino que interactúan con el público para que este sea protagonista. Atrás quedaron los teatros ambulantes para convertirse en una manifestación artística objeto de culto para intelectuales y personas del mundo de las artes.
Historia del Teatro argentino
El origen del teatro argentino se remonta a la etapa del descubrimiento de América con las representaciones de los monjes colonizadores con el fin de lograr evangelizar a los nativos, a través de las historias bíblicas. Aunque en realidad en los anales, consta por primera vez como manifestación, en 1783, con la creación de una casa de comedias, a ordenanza del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo. Según a su consideración Buenos Aires carecía de espacios para diversiones públicas.
El primer teatro como tal que tuvo Argentina, fue el llamado Teatro La Ranchería que, aunque con pobres condiciones se convirtió en el sitio de referencia teatral y lírico, con presentaciones de los clásicos españoles.
En esta sala se estrenó la primera obra teatral de carácter no religioso escrita en Argentina. Su creador fue Lavardén y la obra en cuestión fue una tragedia en verso titulada Siripo.
Esta instalación permaneció abierta hasta el 16 de agosto 1792, en el que fue devorado por las llamas. Aún se desconoce si el siniestro fuera provocado o producto de la casualidad. Lo cierto es que este teatro marcó un hito en la historia del teatro argentino por lo que en señal de reconocimiento cada 30 de noviembre, fecha en la que se inauguró la sala, se celebra en este país el día del Teatro Nacional. De igual modo en homenaje al primer establecimiento dedicado a las artes escénicas, la municipalidad de Junín decidió que su centro cultural llevase el nombre de Teatro de la Ranchería.
Obras de Teatro históricas
Los persas es la obra teatral más antigua que se tenga registrada y es la única basada en hechos históricos reales que se conserva hasta la actualidad. Su creador fue Esquilo, un dramaturgo griego, considerado el primer gran representante de la tragedia. Por sus experiencias en las batallas de Maratón, Salamina y Platea, la mayoría de sus obras de teatro son históricas, ya que hacen referencia a hechos acontecidos en enfrentamientos bélicos.
Ambientada en el triunfo helénico de Salamina, este escrito histórico, es el segundo de una trilogía, de la cual se tiene referencia pero que no sobrevivieron los otros libros. Fue escrita en el 472 antes de Cristo.
Según referencias el primer libro era Fineo, una obra que se basaba en la mitología. Ya que se basaba en la figura de Fineo, quien ayudara a Jasón y a los argonautas a pasar a Asia.
Por su valor literario, las 4 obras en su conjunto ganaron las Fiestas Dionisias, de ese mismo año y Esquilo tuvo la oportunidad de ver publicada su obra en vida en el año 467 antes de Cristo en Sicilia.