Fotos: TOLO LEAL www.sombalears.com
El Estadio Olímpico de Berlín es mucho más que un estadio. Construido por los nazis para los JJOO de 1936, simbolizó la grandeza del nacionalsocialismo, acogió los desfiles anuales del ejército de Hitler y fue cuartel general del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque superó el conflicto sin sufrir daños considerables, fue acondicionado para el Mundial de 1974; la última gran remodelación, llevada a cabo por el estudio que transformará el Santiago Bernabéu, tuvo lugar unos años después, con motivo de la Copa del Mundo de 2006. Después de estos y otros avatares, acogerá la final de la Champions League 2015.
Los aros olímpicos presiden la entrada principal del estadio, construido en piedra.
HERTHA DE BERLÍN-HAMBURGO
El Berliner Olympiastadium me sorprendió muy gratamente. Lo visité por aquella extraña manía de que, estés en la ciudad en la que estés, tienes que conocer el estadio y ver un partido de fútbol. Y eso es lo que hice. La excusa fue un Hertha-Hamburgo y, la recompensa, descubrir un recinto grandioso, realmente impresionante. Será muy afortunado el que asista, el próximo mes de junio, a la final de la Liga de Campeones. Por cierto, si lo visitáis en un día normal, sin partido, echad mano de una audio-guía. El recorrido será más enriquecedor.
En la puerta de Maratón se sitúa el pebetero. A la derecha, el palco de autoridades.
DE PIE CERVEZA EN MANO
Hablando de cosas interesantes, está el asunto de la gradas. Aunque se trata de un estadio moderno dotado de todas las comodidades que proporciona la tecnología punta, aún es posible ver el fútbol de pie. Como se hizo toda la vida y, además, con una cerveza en la mano. Semejante placer, en Europa, sólo se puede gozar en la Bundesliga.
En la Bundesliga aún se puede ver el fútbol de pie, y así lo hicimos.
EL COLISEO ROMANO DEL FÚTBOL
Lo más impactante de todo es, sin duda, la fachada. Construida en piedra caliza oscura, resulta colosal, imponente. Una especie de Coliseo de Roma en versión futbolera. Uno casi se cuadra cuando lo tiene delante. Todo lo contrario que el techo del estadio, construido con la condición de no alterar el diseño exterior y que parece llevar allí toda la vida. Liviano y moderno. Y luego está la puerta de Maratón, otro vestigio intocable del pasado. La abertura del estadio se alinea con la torre de la campana, situada cien metros más atrás, en el Campo de Mayo.
Al fondo, la torre de la campana en la grada principal del Campo de Mayo (Maifeld).
NO OLVIDES EL BAÑADOR, ¡HAY PISCINA!
En ese campo, Maifeld, se celebraban los desfiles del partido nazi, y allí se apretujaban más de 200.000 personas para contemplar tan siniestro espectáculo. Ahora resulta mucho más agradable, dónde va a parar. Un paseo te llevará hasta la antigua piscina olímpica, ahora municipal. Si es verano y llevas encima el bañador, te podrás dar un chapuzón. Genial, ¿no?
La piscina olímpica ha pasado a tener uso público.