Cuenta la leyenda que, en las montañas, la energía cósmica es más potente.
No sabemos si será por la energía de la naturaleza en estado puro o porque en la cima de una montaña casi parece que podemos tocar el cielo. Pero después de experimentar la magia de Nepal estamos totalmente de acuerdo con esta afirmación.
Lo especial de Nepal es que puedes llegar a un estado de calma y paz absoluta rodeado de paisajes de ensueño: en este país puedes visitar desde la cuenca del Ganges hasta las majestuosas cordilleras del Himalaya, pasando por parques naturales sin igual e interminables cultivos de arroz.
Nepal es naturaleza salvaje y pura espiritualidad.
Por eso es uno de nuestros destinos favoritos para desacelerar las revoluciones de nuestra mente y reencontrarnos con nuestro ser más auténtico, mientras respiramos el aire más puro del planeta.
En este artículo te vamos a revelar nuestros rincones preferidos de este inusual país, que son los que siempre visitamos con nuestra tribu de viajeros conscientes.
Aunque, sinceramente, creemos que lo mejor que puedes hacer es experimentarlos por ti mismo y unirte a nuestro próximo viaje espiritual a Nepal.
Enseguida verás por qué.
Las majestuosas estupas tibetanas de Katmandú
La capital de Nepal, Katmandú, merece una visita en sí misma. De hecho, ya en los años 60 sus calles se llenaron de hippies en busca de la iluminación espiritual y de las enseñanzas budistas.
Y es que si estás interesada en el budismo y el hinduismo, que son las religiones principales en Nepal, aquí encontrarás algunas de las estupas o construcciones religiosas más importantes.
Las que te vamos a recomendar han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO:
La Gran Estupa Boudhanath es un enclave de gran importancia para todo budista que se precie, y probablemente sea una de las estupas más grandes de todo Nepal.
Este lugar sagrado, situado en una población a las afueras de Katmandú, se construyó en un cruce de caminos, en medio de una de las rutas comerciales entre India y Tíbet.
Hoy en día sigue siendo un lugar de peregrinaje para budistas de todo el mundo y por tanto alberga esa energía elevada y misteriosa tan propia de los lugares sagrados y meditativos.
También merece la pena subir los 365 escalones que nos llevan colina arriba hasta la Estupa Swoyambhunath, también conocida como Templo de los Monos.
Este lugar, reservado a los sadhus (o ascetas hindús), a los monjes más devotos y a los visitantes más osados, ofrece unas vistas espectaculares sobre el valle.
Por cierto, en la cima de esta colina conviven los humanos junto con los traviesos monos, cuya única ocupación es robar la comida que se ofrece a los dioses. Aunque tampoco hacen ascos a las meriendas de los turistas, ¡así que más vale que lleves tu mochila bien cerrada!
También merece la pena pasar un rato admirando la conocida plaza Durbar, que desde la época dorada de Nepal (siglos XII-XVIII) es el centro religioso, político y social de la ciudad.
Trekking mindfulness desde Pokhara
Pokhara es la segunda ciudad más grande de Nepal y es famosa por sus espectaculares vistas de las majestuosas cumbres del Himalaya, entre las que se encuentran las conocidas montañas Fistail y Annapurna.
Pokhara también es popular como punto de partida para muchas rutas de trekking. Y es que un viaje a Nepal no está completo sin esta actividad, que puede ir desde un simple paseo hasta excursiones que te harán cultivar unas satisfactorias agujetas.
A nosotros nos gusta mucho cultivar momentos de mindfulness y silencio mientras caminamos, pues convierten el trekking en una deliciosa meditación en movimiento.
Pero la magia de Pokhara no está solo en sus cumbres: no hay nada más relajante que una excursión en barco por las tranquilas aguas del lago Phewa, el mayor lago de los que pueblan esta zona.
¿Te imaginas meditar en el lugar de nacimiento de Buda?
Lumbini es la aldea del Terai donde, en el año 543 a.C, nació el fundador del budismo, Siddharta Gautama (siglo V-IV a. C).Es por tanto uno de los destinos imperdibles para cualquier amante de la espiritualidad.
Algunos de los rincones más populares son los jardines sagrados en los que la madre de Buda dio a luz, o el estanque Puskarni en el que, según cuenta la leyenda, se bañó por primera vez antes de transformarse en buddha (que significa el despierto o el iluminado).
Pero sin duda, una de las estampas con las que nos quedamos tras nuestra visita a Nepal es con la de los fieles y monjes que, cada día, se sientan a meditar y a orar a los pies del sagrado árbol de Bodhi, donde Buda recibió la iluminación. Te aseguramos que es una bella imagen que no olvidarás.
Es cierto que Lumbini es uno de los enclaves más concurridos de Nepal, pero creemos que merece muchísimo la pena empaparse del ambiente que se respira en este pequeño pueblecito de casas de adobe.
Algo de mágico tiene esta diminuta aldea cuando recibe unas 400.000 visitas al año sin perder un ápice de su encanto original, ¿no crees?
Parque nacional de Chitwan: la naturaleza más salvaje
Volvemos al templo más natural y sagrado que existe: la naturaleza.Este impresionante parque, situado en la parte baja de la región del Terai, es el primer Parque Nacional de Nepal y también fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si eres amante de los animales, Chitwan es visita obligada: en él viven más de 50 tipos de mamíferos, entre los que se encuentran elefantes, cocodrilos y otras exóticas especies, como el rinoceronte indio o el famoso –y esquivo– tigre de Bengala.
¿Tendrás la suerte de ver a estos animales?
¿Qué se siente al conectar con tu sabiduría interior mientras llenas tus sentidos con algunos de los paisajes más espectaculares del mundo?
¿Cómo verías visitar Nepal en un viaje espiritual con nosotros para descubrirlo?