Un entorno precioso y mágico El Nacedero del Urederra, mezcla de verde vegetación, inmensos árboles y unas aguas azules que te hacen soñar y pensar que te encantaría levantarte todas las mañanas con esas vistas y poder darte un baño.
Ésto es lo que nos pasó a mi hermana y a mí, te lo voy a contar, para que vayas y no te pierdas este espectáculo.
Se encuentra en Navarra, muy cerca de Estella, un pueblo de la zona media. Desde cualquier comunidad sería, cogiendo carretera a nuestra provincia (que por cierto, también es la mía) y luego hacia Estella y de aquí a Baquedano.
Siguiendo siempre las indicaciones Sierra de Urbasa, a la cual pertenece el nacedero, no hay pérdida, enseguida aparece el cartel del pueblo, Baquedano.
Hay que dejar los coches en un parking habilitado para ello. Primero pasaréis uno que pone autobuses, más adelante y siguiendo las indicaciones veréis donde tenéis que aparcar. Son 3e por vehículo.
Hay una caseta de información y cobro, allí podréis preguntar cosillas de última hora.
“Muy Importante”
Ahora hay límite de personas para entrar, hay una web para coger las entradas online, que se acaban volando y.. ¡No es broma! En la web www.nacederourederra.com también aparece un teléfono al que podéis llamar. También tienen entradas para coger en taquilla, como nosotras hicimos, pero llamámos antes por si las moscas.
Dejas el coche y al pagar los 3e te dan una pegatina que la tienes que llevar de forma visible.
No olvidéis llevar agua, algo para almorzar (sin tirar nada allí, metiendo los papeles y demás en una bolsita a la mochila y luego en el pueblo se tira en alguna papelera). Ropa adecuada para la estación y cámara de fotos.. ¡Con mucha batería!
Por cierto a la ida, veréis en varias ocasiones dos caminos, coger siempre el de la izda. es el que va al lado del río.
Fijaros en todos los detalles, colores, olores, animales, vegetación, el cielo y… ¡El Agua! ¡Precioso!
Seguimos andando y ya empiezan a verse posibles fotos por todos lados. Te recomiendo ir pronto porque con más gente es más complicado y un poquito menos agradable el camino.
Nos encontramos helechos por todos lados.
Todo el camino está vallado, no se puede pasar, aunque a todos nos gustaría, pero desgraciadamente creo que no estaría tan bonito. ;( Así que a cumplir las normas.. ¿Ok?
En una de nuestras paraditas para fotis nos encontramos con ésto, el azul empieza ha aparecer…
Y ya no sólo es el azul del agua sino también las formas que hacen las rocas en el agua, que se ven perfectamente porque el agua es totalmente cristalina.
Un poquito más adelante, en otra parada, podemos apreciar que ya estamos en medio del monte.
Hay árboles preciosos, muy grandes y con unas enormes raíces.
Atentos al suelo, hay piedras sueltas todo el camino y raíces por todos lados… ¡No tropieces!
Se pueden hacer fotos maravillosas, parece que estás en un bosque encantado.
¿No os recuerda esta foto a alguna película? Sí.. Cuando los buenos se ocultan abajo y por arriba aparece el caballo del malo… ¡Es total!
Todo el camino hasta el final está muy bien señalizado y orientado.
Al principio el suelo está plano cosa que va cambiando a medida que avanzamos.. Cansa un poquito, pero merece la pena totalmente. Más o menos se hace en total, ida y vuelta, en dos horas y media. Claro, todo depende de lo que te entretengas, nosotras como íbamos sin prisa, nos dedicamos a disfrutar.
También, encontraréis pequeñas cuevas donde sacaros fotos.. ¡Cuidado que no haya huéspedes!
No encontramos muchos animales, alguna mariposa, pájaros, porque los oíamos y un limaco.
Peces sí que vimos… y grandes. El río está totalmente alucinante.
Por cierto, la que sale es mi hermani.
Las raíces de los árboles grandes son enormes, perfectos para fotografiar.
Aquí podéis ver el detalle de la hiedra subiendo por el árbol, en vivo era súper bonito.
Conforme vamos subiendo empiezan ha aparecer, pequeñas corrientes y cascadas.
Aparece un puente, en el que se aconseja, no estar a la vez más de ocho personas. ¡Ojito!..
Andamos un poquito más y ya llegamos.
Cuidado con las piedras, resbalan muchísimo, mejor pisar tierra. Ahora ya podéis aprovechar para almorzar. Acordaros de guardar de nuevo todo en la mochila, abajo lo tiráis.
En ocasiones a la bajada, también se divide en dos caminos, coger también el de la izda. Así váis por algún tramo diferente y un poquito más rápido creo yo, por lo menos a mí me lo pareció.
A la llegada a baquedano, nos dió por disfrutar del pueblo. Tiene sus detallitos y es bonito. Como esta flor llamada Eguzkilore, flor del sol.
La podréis ver en la entrada de casi todas las casas, es para proteger la casa y los que viven en ella de brujería, enfermedades etc… Muy característica de Navarra.
Y hasta aquí, la excursión de hoy.
No te la pierdas si vienes a Pamplona o a cualquier otro punto de Navarra, no te decepcionará.
Ya me contarás, que te ha parecido todo.
Un beso.
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