Mi promesa de ayer era seria, y a partir de ahora espero retomar la rutina del blog, pero este último mes de madre trabajadora ha acabado conmigo. Mis hijas acaban de partir a casa de sus abuelos y me he pasado literalmente un día durmiendo :-), no es broma, este último trimestre a podido conmigo, o serán los 35 grados que no bajan en Madrid, pero está claro que necesitaba un respiro más que la chica del anuncio de Kit Kat.
Y aunque los 35 grados a la sobra (y subiendo) no hacen de Madrid la mejor ciudad para pasar el verano, os dejo un último #madridparaprincipiantes antes del otoño, con uno de esos sitios que nos ha dejado enamorados a pesar de ser muy, muy poco conocido y de no salir apenas en las guías turísticas, por si alguno se atreve a `pesar de todo a veranear en la meseta :-)
Hablo del Museo del Aire, que está un poco en las afueras, en Cuatro Vientos, pero los 15 minutos en coche desde el centro bien merecen la pena. Reconozco que tengo predilección por los museos de cosas cotidianas, más que los puramente artísticos. Me encanta el museo Romántico, El Museo del traje o el Museo del Ferrocarril precisamente por eso, porque me gusta ver el paso del tiempo en las cosas más rutinarias.
Este museo nos sorprendió sobre todo por la cantidad de piezas de aviación que tiene, además de los que están al aire libre, hay seis (si seis!!) hangares con todo tipo de modelos, desde los primeros aviones similares al de los hermanos Whrigth, a aeroplanos míticos como el Barón Rojo o los que pilotaba Tom Cruise en Top Gun (ay, quién no suspiró por Maverik en los ochenta..). O estos tan simpático que parece que inspiró la película Planes de Disney: (buscar caritas en los aviones es un buen pasatiempo para los niños mientras visitan las instalaciones).
No os desvelo mucho más, yo me quedo con los modelos años 50 porque sigo bajo la influencia de Mad Men :-) y porque me parece una época donde la estética de lo cotidiano tuvo su gran momento.
Para encontrarlo tenéis que llegar al km 10 de la N-V, o coger los autobuses 6 o 10 desde Príncipe Pío o Ópera, pero ojo, que sólo abre por las mañanas. Por si fuera poco es gratuito y si aún así no os he convencido de que bien merece una visita, el primer domingo de cada mes organizan una exhibición aérea, podéis encontrar toda la información aquí.