"Uno puede comprender y relacionarse mejor con la mayoría de las personas
si las mira -no importa lo impresionantes que puedan ser- como si fueran niños.
Porque la mayoría de nosotros en realidad nunca crecemos o maduramos tanto como suponemos: sencillamente nos hacemos más altos.
Sí, es cierto, reímos menos y jugamos menos y vestimos incómodos disfraces de adultos,
pero bajo el disfraz está el niño que siempre seremos,
cuyas necesidades son simples,
cuya vida cotidiana sigue siendo descrita mejor por los cuentos de hadas".
LEO ROSTEN