Qué triste es extrañar a una persona.
No saber dónde está o qué hace.
Preguntárse todo el día qué será de ella.
Pensar en las cosas que podría estar haciendo.
Qué triste es no haber valorado a una persona.
Ignorar lo importante.
Interesarse en lo inútil.
Apartar a quien queremos cerca.
Miro al pasado y pareciera que fuese otra persona.
No logro entender.
¿Cómo puede estar tan ciego?
Yo con ella tenía todo, y ahora es ella todo lo que quiero.
Fui un tonto.
Fui un idiota.
Soy un imbécil.
Ayer la tenía.
Ayer era mía.
Hoy solo puedo conformarme con pensarla.
Con recordar sus alegrías,
sus besos, sus caricias.
Me limito a arrepentirme,
y recordar lo perfecta que ella era.
Lírica Anon.