Hoy disponemos de un valioso testimonio de lo que aconteció en aquel infierno gracias al fotógrafo catalán Francisco Boix, militante del Partido Comunista, deportado a Mauthausen en 1940 cuando se hallaba trabajando en Francia.
Boix ingresó en el llamado Erkennungsdienst, el departamento de identificación del campo, en el que existía un archivo con 60.000 fotografías realizadas por las SS. En el caos de los días finales del derrumbamiento del régimen de Hitler y la huida de los verdugos, Boix logró sacar en unas maletas cerca de 20.000 imágenes que fueron escondidas en la casa de una resistente austriaca. Esas fotografías fueron parcialmente publicadas por la prensa francesa en 1945 y sirvieron en el proceso de Núremberg para mostrar al mundo la barbarie nazi. El propio Boix testificó en el juicio, desmontando la coartada de jerarcas que negaban haber visitado Mauthausen.
La peripecia de Boix y los sufrimientos de los presos del campo están minuciosamente narrados en "El fotógrafo del horror", un libro del historiador Benito Bermejo.
En un testimonio recogido en el libro de Bermejo, el superviviente Lope Massaguer describe el día a día en el campo: "La muerte se había convertido en parte de nuestra vida, el hambre estrujaba constantemente nuestros intestinos y el frío mordía nuestro cuerpo. Olíamos a muerte y pensábamos siempre en ella. La temíamos mucho menos que al dolor y las humillaciones. La muerte era nuestra amiga y a veces nuestra única posibilidad de escapar".
Desde La Otra Mirilla y con motivo del día de hoy, me gustaría hacer una mención y recordatorio especial a lo ocurrido en este campo y a sus testigos, supervivientes y víctimas. Por ello, no publicaré un recopilatorio de algunas de las imágenes de Boix como acostumbro a hacer en los post bajo el tag "fotografía"; no quiero caer en el morbo, simplemente hacer como siempre un poco de memoria histórica, cultivar algo de conciencia social, y por supuesto alentar humanidad, que falta nos hace todavía.
Además, os invito a seguir en Twitter al sobrino de Antonio Hernández, uno de los deportado a Mauthausen y amigo de Boix. En este perfil, bajo el usuario @deportado4443, se narra día a día lo que ocurrió allí a través del testimonio que Antonio legó a su sobrino y que nos acerca de una manera más real a ese trocito de historia que jamás dejará de horrorizarnos.