Hace poco os informábamos de la visita de Manu Katché a Chile. No repetia visita desde el concierto que dió en 1990 en un acto de Amnistia internacional.
Nuestro amigo y guitarista Germán Herlain, nos hizo llega la noticia del inminente concierto y ahora, nos ha remitido un resúmen, que os reproducimos a continuación. Un reportaje del periodista Héctor Aravena para el medio rockaxis.com.
Con su nuevo disco Unstatic bajo el brazo, el importante percusionista francés Manu Katché regresó a nuestro país después de 25 años de su visita como baterista de Sting, en el recordado concierto de Amnistía Internacional de 1990. Pese a que Katché ha tocado con los más insignes artistas del jazz y del rock (Peter Gabriel, Jeff Beck, Richard Wright, Herbie Hancock, solo por nombrar algunos), por su cuenta despliega una potente discografía, que se inauguró en 1992 con el álbum Its About Time. De ahí en más, la obra de Katché se amplió como parte del catálogo del distinguido sello ECM, con trabajos como Neighbourhood, Playground y Third Round, entre otros.
Con estos antecedentes, el músico galo llegó a nuestro país por segunda vez, para, justamente, exhibir su trabajo como compositor y líder de su propia agrupación, formada por la bajista Ellen Andrea Wang, el tecladista Jim Watson y los vientistas, Luca Aquino en trompeta y Tore Brunborg en saxo. El concierto se caracterizó por ser una muestra de un jazz íntimo, sofisticado, sensual y siempre con el virtuosismo al servicio del sentimiento: la nostalgia, la exaltación o la candidez que se expresaba en las distintas piezas ejecutadas.
La técnica de Katché en la batería es única y se maneja a la perfección con plumillas o baquetas. Su administración de las intensidades en la caja, los detalles en los platillos, su juego magistral con los tambores o su destreza en el bombo, eran un espectáculo en sí mismo. Por su parte, la banda, en todo momento bien ajustada, destacaba con el bajo certero de Wang, quien también tuvo momentos para mostrar su estilo sobrio y efectivo. En tanto, Watson se desempeñaba en teclado eléctrico y piano acústico, en una perfecta simbiosis que aportaba con el sonido noble de las teclas al resultado final. La calidez jazzera del quinteto de Katché, era coronada por los aportes llenos de emotividad y pasión de Aquino en la trompeta y Brunborg en el saxo, quienes contribuían con exactas dosis de sentimiento melódico.
Tras la tercera pieza interpretada, Katché salió a la parte delantera del escenario y comenzó a charlar relajadamente con la audiencia. Fue el momento para recordar su paso por Chile en Amnistía, señalando que, sin duda, algunos de los presentes ni siquiera habían nacido cuando estuvo anteriormente en el país. Mostrando su alegría de estar tocando en Chile, esta vez su propia música, comenzó a narrar que conoció a un músico a través de My Space hace muchos años. Se trataba del eximio guitarrista argentino Germán Herlein, quien se unió al quinteto para interpretar dos piezas en guitarra acústica, en las que demostró toda su entrega y sabiduría en las seis cuerdas.
El show no bajó en calidad e intensidad en cerca de dos horas de música ininterrumpida, en las que, por supuesto, destacó un solo de batería de Katché al final del concierto, una interacción musical con el público y, en general, la exhibición de un jazz muy personal e íntimo, lleno de sentimiento y pasión. Más allá del despliegue técnico que es solo una herramienta, se trató de una propuesta en vivo, que reflejó la particular manera de entender la vida a través de la música que tiene el percusionista francés.
Fuente original: http://rockaxis.com/vanguardia/shows/manu-katche-jazz-intimo-y-sofisticado