En la mitad noreste de la periferia de la costa ibérica se encuentra una de las joyas de la corona española. Deseaba visitar las Islas Baleares y convertí en realidad ese sueño.
Prepárate para enamorarte de Mallorca, la joya del Mediterráneo.
Mallorca, la joya del Mediterráneo
La isla de Mallorca, la mayor de las cuatro islas Baleares (Menorca, Ibiza y Formentera son las otras tres), tiene una historia que data de hace 8.000 años. Como es habitual en la mayor parte de lo que hoy es el sur de Europa, los romanos gobernaron la isla durante un período considerable de tiempo (de alrededor de 123 a.C).
Impulsada principalmente por el cultivo del olivo y la viticultura, la isla permaneció bajo el dominio romano 500 años hasta que los bárbaros tomaron su control. Durante los siguientes 700 años, Mallorca fue conquistada por el Imperio Bizantino, por musulmanes, califatos, moros, y varios otros, hasta que el rey Jaime I de Aragón lanzó una invasión a la isla en 1229 d.C. La isla ha estado bajo el dominio español desde entonces. ¿Por qué esta lección de historia? Para poder entender su cultura y su carácter único y variado.
Durante décadas Mallorca ha sido un destino popular entre los españoles y no españoles por igual (en particular, los visitantes procedentes de Alemania y el Reino Unido), y el turismo representa más de ¾ partes de la población de la isla, ya que atiende a los buques de cruceros, que promocionan el sol, mar, turistas y gastronomía. Es también uno de los principales puntos turísticos para los amantes de la vela de España. Miles de restaurantes salpican los paisajes urbanos con comida única y deliciosa.
Playas de Mallorca
Palma, la capital de Mallorca, alberga la mitad de la población de la isla y es una bulliciosa metrópolis. Abundan los buques de crucero y, es habitual que los turistas se agolpen por todos los rincones de la ciudad, pero el encanto incomparable de Palma se incrementa a pesar de su popularidad. Palma tiene algo atractivo para todo su público, boutiques, restaurantes increíbles, bares escondidos, variada e increíble arquitectura, así como kilómetros y kilómetros de costa virgen. La ciudad es el hogar de la avenida arbolada de La Rambla y el Passeig des Born, así como un barrio árabe poco conocido que no debemos dejar de visitar.
Ninguna visita a Mallorca estaría completa sin al menos una visita superficial de La Seu, la magnífica catedral gótica que se eleva en lo alto, mirando hacia abajo la ciudad y el mar. La construcción de la catedral duró casi 300 años y cuenta con obras de Antoni Gaudí encargado de la restauración interior llevada a cabo entre 1904-1914 y del arquitecto mallorquín Miquel Barceló que se encargó de la reforma de la Capilla del Santísimo Sacramento en 2007.
Para experimentar la diversidad y la belleza que Mallorca tiene para ofrecer, hay que salir de Palma y aventurarse fuera de la ciudad hacia las montañas de Tramuntana y más allá. Como Mallorca es un importante puerto de cruceros, los alquileres de coches son abundantes y están disponibles para proporcionar una experiencia de un día completo de la parte occidental de la isla.
Nuestro viaje por la costa debe incluir las siguientes paradas: Valldemossa, Deià, Sóller, Port de Sóller, el Monasterio de Lluc, e Inca entre otros rincones que no debemos perdernos en nuestra visita a la joya del Mediterráneo.
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