fui náufrago sin suerte en mi busqueda,
peces coloridos balbuceaban sobre mi grisáceo color,
el sol apuntaba justo a mi pupila quemando mi realidad,
mis penas se hundían y aunque descendía con ellas me sentía libre
Miré a través del cielo y note que el paraíso estaba en mis pies,
en mis huellas,
en mi camino,
me adormreci de dicho paisaje,
atrapó mi preciado fuerte, se llevo mis deseos,
no he remado más,
he vomitado sarpientes,
el movimiento no me sienta bien
Postre mi cuerpo,
lo moldee alrededor del bote,
fui frágil, no seguí remando,
los peces se han enojado,
no esperaban verme caer,
notaron que su madre les había mentido,
no todo sueño se hace realidad con un exponente tan desolado,
y al caer la noche, la oscuridad arropo mis llantos, la luna se escondió, las estrellas no dejaron rastros, me han abandonado, dejaron de creen en mi..
Mis ojos se han carcomido,
mi piel se ha efervescido,
¿Cómo creer en mi, si he abandonado mi espíritu? Los peces ya no se asoman por aquí,
mi bote esta desapareciendo y junto a el mi cuerpo,
despedire está noche cantandole a luna,
luna de dioses, luna de cuentos...
Tu desprecio arrebato mis sentidos,
mi yacimiento padece a tu derecha,
mi vida se la dedique al sol,
el cual quemo mis penas,
la muerte es en honor a ti,
Fría damisela, quemame con tu luz,
llevame a donde la muerte se vive con plenitud.