Contenido patrocinado / Fotos: JAVIER PRIETO GALLEGO
El verano está a la vuelta de la esquina y con él las vacaciones. Durante esos días se suele aprovechar para hacer algunos de los viajes baratos con Expedia y visitar lugares en los cuales nunca se había estado antes. En este caso, recomendamos un viaje a Portugal. Concretamente a Lisboa.
Si por el día la plaza más importante de Lisboa es un lugar de visita muy recomendado, nosotros, que hicimos la reserva en un hotel cercano a esta plaza, pudimos constatar que la Plaza del Comercio por la noche se convierte en un lugar romántico, en un lugar que invita a relajarse, a observar la iluminación combinando los tonos azulados de la Estatua de José I con los tonos dorados del Arco Triunfal y que incita a pasear por la Rua Augusta hasta la Plaza del Rossio.
La Plaza del Comercio fue construida sobre el antiguo Palacio Real, que fue destruido por el gran terremoto del 1 de noviembre de 1755. Está formada por tres alas de edificios quedando la cuarta abierta frente al Tajo. Por este lado, los barcos mercantes llegaban a la ciudad y esta era la puerta de Lisboa. En esta orilla del río, se encuentra la estación fluvial Cais de Sodré, desde donde todos los días los barcos cruzan el río y realizan excursiones por el Tajo.
En la Plaza del Comercio se encuentran dos puntos de especial interés, como son la Estatua ecuestre de José I y el Arco Triunfal de la Rua Augusta.
La Estatua ecuestre fue esculpida en bronce por el escultor portugués Joaquim Machado de Castro en 1755 y representa a José I, el rey que mandaba durante el devastador terremoto seguido de tsunami que devastó Lisboa.
El Arco Triunfal de la Rua Augusta, ubicado en el lado norte, da comienzo a la calle Rua Augusta, que es la más importante del barrio La Baixa, el más céntrico e importante de Lisboa. Fue diseñado por el arquitecto Eugenio Santos de Carvalho para solemnizar la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto. Su construcción acabó en 1873 y sus estatuas escenifican a Marqués de Pombal, Vasco de Gama, entre otros.
El Palacio Real que estuvo situado durante más de dos siglos donde hoy se encuentra la Plaza del Comercio hasta el terremoto de 1755. La familia real se trasladó entonces a una residencia situada en el barrio de Belem.