El Mar da Palha (mar de paja) se abre paso hacia el Atlántico en una inmensa bahía que sirve de escenario a las más variadas actividades: barcos de mercancías, transporte de viajeros, barcos de recreo, escuelas de navegación, paseos marítimos y terrazas para la vida nocturna, entre otros.
Una ciudad bañada por el mar
Incluso el antiguo recinto de la 'Expo Lisboa 1998' está bañado por las aguas de este mar. Imprescindible atravesarlo para los viajeros que llegan a Lisboa por carretera. Dos puentes enlazan la margem sul, en el Alentejo, con la ciudad: el puente 25 de Abril, rebautizado así en honor a la revolución que supuso el final de 40 años de dictadura, que da acceso a la zona sur de la ciudad; y el puente Vasco de Gama, el más largo de Europa con sus 17,2 km, de los cuales 10 km están sobre las aguas del mar.
Este puente, que recibe este nombre en conmemoración de los 500 años de la llegada de Vasco de Gama a la India (fue inaugurado en 1998), pasa muy cerca de la Reserva Natural del Estuario del Tajo una atracción importante para los amantes de la Naturaleza y de las aves, ya que sus 32km2 albergan una gran variedad de aves, muchas de las cuales realizan aquí una parada en su viaje migratorio desde el norte de Europa hasta África.
Alfama, un barrio con historia
Precisamente con vistas a este mar interior, encontramos uno de los barrios con más solera de Lisboa: Alfama. Aunque hoy es un barrio de pescadores y obreros, hasta la Edad Media fue lugar de residencia de la clase alta. La colina donde se asienta el barrio de Alfama fue elegida por los árabes como lugar de asentamiento debido a la natural protección que su naturaleza rocosa le proporcionaba.
En 1147, el rey Afonso Henríquez conquista Lisboa liberándola del dominio árabe y decide construir un castillo en la cima de la colina: es el castillo de San Jorge que serviría de residencia para la Familia Real hasta el siglo XVI, cuando bajo el reinado de D. Manuel I se trasladaron al Palacio de la Plaza del Comercio.
El castillo de San Jorge sufrió las consecuencias del terremoto de 1755 aunque Alfama, debido a su emplazamiento, no fue de las zonas más castigadas. Durante el gobierno de Salazar las murallas fueron reconstruidas, añadiéndole además al castillo las zonas ajardinadas que hoy conocemos. Dentro del recinto amurallado se encuentra el barrio de Santa Cruz, antigua ciudadela que puede ser visitada por los turistas al adquirir la entrada al recinto.
Catedrales y mucho más
En Alfama podemos visitar también la Catedral de Lisboa, románica, mandada construir por Afonso Henríquez y que fue emplazada en el lugar donde se encontraba la mezquita principal. La catedral ha sido modificada en varias ocasiones por lo que actualmente es una mezcla de varios estilos arquitectónicos.
Al caer la tarde, Alfama se transforma y del pintoresco barrio de empinadas cuestas y pedregosas calles, lleno de luz y color, pasa al embrujo melancólico y desgarrado del fado que puede ser escuchado en directo en algunas tabernas específicamente creadas para ello.
El Barrio Alto y el de Chiado
Justo en frente de Alfama, con la zona de la Baixa de por medio, se sitúa el otro barrio castizo de Lisboa: el Barrio Alto. Situado en otra de las colinas de la ciudad, es un barrio de vida animada y diferentes ambientes según la hora en que lo visites. Desde la Praça dos Restauradores se puede subir al Bairro Alto utilizando el elevador Da Glória, en realidad un funicular, que nos dejará en el mirador de San Pedro de Alcántara desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas al centro de Lisboa y al Castillo de San Jorge. Cerca de este mirador se encuentra el Instituto del Vino de Oporto, un lugar que no debe pasar desapercibido para los apreciadores del buen vino.
Colindando con este Barrio Alto encontramos el barrio de Chiado. Una de las atracciones de Lisboa es el Elevador de Santa Justa, que permite acceder al barrio de Chiado desde la Rua do Ouro, en la Baixa. Este elevador, obra de Raoul Mesnier du Ponsard (discípulo de Eiffel), está construido enteramente en hierro y presenta una decoración de estilo neogótico, diferente para cada nivel. Una terraza, situada en el último nivel del ascensor, nos permite disfrutar de una panorámica excepcional: el castillo de San Jorge al frente; debajo la Baixa pombalina con sus diferentes plazas; a la izquierda la Avenida de la Libertad con el monumento al Marqués de Pombal al fondo y el Parque Eduardo VII; y el Mar de Palha a la derecha.
Chiado es un barrio elegante, cuna de literatos como Fernando Pessoa y lugar de encuentro de los intelectuales portugueses de finales del siglo XIX y principios del XX. En la actualidad es un barrio próspero gracias a sus tiendas de moda, cafés, teatros, librerías, etc., que hacen de esta zona de Lisboa una de las áreas más prestigiosas y conocidas a nivel mundial.
Baixa Pombalina
Entre Alfama y Chiado –y en llano- se encuentra la parte antigua de la ciudad: la Baixa pombalina. Recibe este nombre por el Marqués de Pombal, estadista portugués que se encargó de la reconstrucción de Lisboa después de quedar asolada por el terremoto de 1755. Se accede desde la Plaza del Rossío, una preciosa plaza en la que se asienta el Teatro D. María II, de estilo neoclásico.
La Baixa presenta una urbanización muy meticulosa y cuadriculada, en un perfecto orden que contrasta fuertemente con los vecinos barrios de Alfama, Barrio Alto y Chiado. Aquí se pueden encontrar los comercios más antiguos de la ciudad y los nombres de sus calles testimonian que es una zona comercial por excelencia: rua do Ouro (calle del oro), rua da Prata (calle de la plata), rua do Comércio (calle del comercio), rua dos Correeiros (calle de los curtidores), rua dos Douradores (calle de los doradores), etc...
Hoy en día la Baixa es también una zona turística muy concurrida, con gran animación durante prácticamente todo el día. De hecho lugar de encuentro de turistas es la Praça do Comércio, en el corazón de la Baixa, desde donde se pueden coger los diferentes tranvías que acceden a las zonas turísticas de la ciudad. En esta plaza, bañada por las aguas del Mar de la Paja, se encontraba el Palacio da Ribeira o lo que es lo mismo, el Palacio Real, que fue destruido en su totalidad por el terremoto antes mencionado, quedando el solar que hoy ocupa la plaza.