Por eso es que al verla en la portada de julio para la revista Vogue edición británica, todos nos quedamos con la boca abierta y no la reconocimos.
Una chica rubia, sin el cat eye característico que usa, mostrando su piel al natural y con unas pecas muy lindas aparece en la primera plana y enloquece a todos.
Para muchos, cuando Ariana Grande se suelta el cabello, se trata de otra persona. Sin embargo, en lo que todos están de acuerdo es en que es hermosa.
En la entrevista que le realizaron, la cantante cuenta cómo sobrellevó el estrés postraumático que le provocaron los hechos de hace un año, en su concierto de Manchester, y sufrió de mareos y angustia.
También habló sobre su ansiedad y de lo mucho que le gusta trabajar, al grado de sorprender a todos por el hecho de haber terminado sus conciertos en Asia, Sudamérica y Australia, e inmediatamente estar grabando en el estudio al día siguiente.
Adicta al trabajo es como se describe ella, Ariana Grande es hermosa por fuera y por dentro.