La piedra de ópalo es una gema, de color como el espacio, el arco iris, y de hecho se relaciona con algo extraordinariamente mágico. La piedra de ópalo no tiene la estructura cristalina que poseen otros minerales naturales. Ocupa un lugar bajo en la escala de dureza de Mohs.
Es imposible ignorar el hermoso baile de colores que se produce con cada movimiento, llamado efecto de opalescencia. Las modulaciones del arco iris, que cambian con la más mínima rotación de la piedra de ópalo, se deben a la refracción de la luz en partículas submicroscópicas de sílice. Los ópalos que experimentan tales efectos se denominan nobles y pasan a la categoría de piedras preciosas.
Hay muchos tipos diferentes de ópalos naturales, a saber, el etíope, el matricial, el arlequín, el contra-luz, el morado, el andamooka y el hondureño. Piedras de ópalo etíope Australia ha sido la potencia dominante en el mercado del ópalo durante más de 100 años.
Durante este tiempo, hasta el 95% de la producción estándar de ópalo se ha trabajado en Australia. Hoy en día, Etiopía está en camino de desarrollar el segundo mercado de ópalo del mundo. Un pequeño descubrimiento en 1994 ha puesto a Etiopía en el mapa universal del ópalo.
A este logro le siguieron algunos desarrollos evidentes en 2008 y 2013. Ahora se producen hermosos ópalos preciosos, ópalos de fuego y ópalos negros con un espectacular juego de colores en una variedad de patrones y texturas. Los ópalos etíopes no sólo son atractivos, sino que suelen costar menos que los ópalos de calidad similar procedentes de Australia.
El ópalo de esta zona se presenta en una amplia gama de colores. En su mayoría, estos ópalos son de color marrón, rojo o naranja, pero también son muy comunes los colores amarillo, blanco y transparente.
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