hoy hay música de fondo,
susurros en mi espalda bailan
seduciendo mi pasión,
disturbios en mi oreja sangran,
y cuan delicioso resbalan
se acercan a mis miedos y se detienen
en el abismo
Saber que mi esencia pertenece al vacío
estimula mis pies con llagas,
maldita arena, maldito ardor,
las quemaduras han vestido mi cuerpo al compás del tiempo
y el tiempo tarda en sanarme,
juega a matarme lenta y minuciosamente,
las grietas de mis labios incoloros estallan mis deseos,
lo prohibido ya no juega a tentarme,
no arriesgarme es mi historia
Mis manos temblorosas satisfacen la soledad,
soledad sin ausencia de nadie,
si no de mi,
sola,
entre paredes y escombros,
sola,
cruzando la avenida luces opacan mi efervescencia
y alrededor de mi solo caen hojas
jugando a elevarme,
alrededor de mi el fuego de la noche no intenta quemarme,
solo intenta castigarme
Existe un fondo en el abismo,
en el vacío,
no hunde, no empaña
no extirpa, no daña,
hay agua en el desierto
no satisface, no alienta
no ayuda, no calma,
hoy llueve en el desierto
y no deseo rozarle,
la he anhelado tanto que ya no la deseo,
la he llamado tanto que hoy,
prefiero el ardor, la arena,
no quiero mojarme, decidí no beberle, no buscarle,
hoy, querida lluvia, solo espero que te marches.