¡¡Aviso, el orden no es de mejor a peor!!
1. El gran carnaval (1951)
Sensacionalismo en estado puro. Charles Tatum (Kirk Douglas) es un periodista ambicioso que va a un pueblito de Alburquerque en busca de trabajo. “Tell the truth” es el lema de la redacción en la que empieza a trabajar. Es un periodista muy ambicioso y egoísta. Según él, sus noticias son más sentimentales que sensacionalistas. En un pueblo en el que rara vez pasa algo, un hombre se queda atrapado bajo un montón de tierra. Tatum ya tiene la noticia que buscaba, pero va más allá. Tiene la noticia, pero no la quiere soltar. Intentará alargar el rescate de la víctima lo máximo posible. Se monta un circo mediático en torno al trágico suceso. Una exageración que tristemente resulta bastante real. Wilder volvería a tratar el tema del periodismo en Primera plana (1974), pero desde un punto de vista más sarcástico y con más mala leche. Billy Wilder trabajó como periodista y lo cierto es que no deja demasiado bien a la profesión… Está película me parece una maravilla, asique recomendadísima queda. Añadir que si os apetece ver otra película de periodismo sin escrúpulos y sensacionalista, tenéis Nightcrawler (2014).
Filmaffinity
2. Network, un mundo implacable (1976)
La película de Sidney Lumet es una sátira sobre el poder y la influencia que puede tener la televisión sobre el espectador. Howard Beale (Peter Finch) es un presentador de informativos. Debido a las bajas audiencias deciden prescindir de él. Furioso con la decisión, anuncia que se suicidará en directo en horario de máxima audiencia. Claro, la audiencia de repente se dispara. La persona encargada de dar la información, se convierte en la información. Él es noticia. Se convierte en casi un mesías, la audiencia lo idolatra, su opinión se convierte en la más influyente de todas. Si te dice que grites por la ventana, gritas. Se convierte en un monstruo televisivo, hasta que el público se aburre de él. Puede que sea una película más relacionada con la televisión que con el periodismo en sí. Pero la película de Lumet muestra que todo vale por la audiencia, que no hay lugar ni para la ética ni para la moral. La información, la noticia, es puramente sensacionalista y morbosa. La violencia vende. Y va más allá, porque también pone en el punto de mira al espectador, a quién busca información. Ya que no hace nada, se limita a observar el show. Si se aburre, cambia de canal. Otra película relacionada con la audiencia, lectores en este caso, y la obsesión de vender y aumentar la tirada a costa de cualquier cosa es Sed de escándalo (1931). En esta película un periódico recupera una historia de un asesinato cerrado hace 20 años, remueven el pasado para recuperar lectores y lo hacen con éxito, claro que tiene unas consecuencias que no esperar. Una historia sobre el periodismo más rancio. Y al igual que pasa en Network, la audiencia se olvida y no tardará en interesarse por otra historia con “factor humano”.
Filmaffinity
3. Al filo de la noticia (1987)
Una película mucho más amable que muestra el día a día de la redacción de unos informativos dirigida por James L. Brooks. El trío protagonista lo forman la realizadora Jane (Holly Hunter), el reportero Aaron (Albert Brooks) y el presentador Tom (William Hurt). Aparte del triángulo amoroso, en la película muestran dos formas de entender el periodismo y más aún, en que se iba a convertir el periodismo de las próximas décadas. Jane y Aaron siempre son fieles a la ética periodista, a la buena redacción, su principal objetivo es mostrar la realidad y contar la verdad. Tom en cambio, simboliza al nuevo estilo de periodismo que Jane y Aaron detestan. Un periodismo en lo que la imagen cuenta más que el contenido, en el que hay lugar para el sentimentalismo. Como bien define el personaje de Tom, su labor es vender y atraer al espectador. Y si hay que fingir una lágrima, se finge. La relación entre Jane y Aaron me recuerda a la película Cuando Harry encontró a Sally (1989).
Filmaffinity
4. Ciudadano Kane (1941)
Un clásico entre clásicos. Charles Foster Kane (Orson Welles) es un magnate millonario, dueño de una cadena de periódicos y de una red de emisoras de radio. Antes de morir, menciona la palabra “Rosebud” creando una gran expectación entre la prensa. ¿Qué significa esa palabra? Un grupo de periodistas empieza a investigar para resolver el misterio. En la película el periodismo se convierte en una herramienta para recabar información sobre el protagonista y en la pieza fundamental para el espectador, que mediante las entrevistas vamos construyendo la figura de Charles Foster Kane. Vemos cómo controla los medios para que estén a su favor, descubrimos los diferentes objetivos que ha tenido en su vida. Es una película con la que Orson Welles rompió los esquemas de la narración cinematográfica clásica. Lo curioso es que no podemos saber exactamente quién fue Charles Foster Kane, pero Welles concede algo al espectador que no concede al periodista. El significado de Rosebud.
Filmaffinity
5. La dolce vita (1960)
En esta ocasión nos centramos más en la figura del propio periodista y mejor dicho, del “Paparazzo”. La película de Federico Fellini acuñó el término ya por todas conocido. El fotógrafo carroñero, el que busca la foto morbosa o frívola a cualquier precio. Marcello Rubini (Marcello Mastroianni) es un periodista famoso, que acude a cada evento con un fotógrafo en busca de la “noticia”. Pero lo interesante es ver al periodista insatisfecho, el periodista que se codea con la élite, los artistas, millonarios… A Marcello no le gusta lo que hace. Pero parece conformarse. La élite es decadente y él se une a esa decadencia. Casi metafóricamente, al final, una chica le grita que le ayude a escribir, a ser mecanógrafa. Pero Marcello ya no escucha, Marcello está perdido. Otros personajes “más amables” relacionados con la prensa rosa o de “sociedad” serían Gregory Peck en Vacaciones en Roma (1953) y James Stewart y Ruth Hussey en Historias de Filadelfia (1940).
Filmaffinity
6. Spotlight (2015)
Spotlight es una película puramente periodística. Basada en hechos reales muestra lo investigación que realizó un equipo de reporteros del Boston Globe en el año 2002. Aquí el trasfondo de los personajes resulta secundario, ya que el interés de la trama lo marca el avance de la investigación. El periódico destapó el escándalo de pederastia que cometieron durante décadas curas del estado de Massachussets. El tono de la película es comparable a Todos los hombres del presidente (1976) en la que vemos cómo dos periodistas del Washington Post sacaron a la luz el caso Watergate, que provocó la dimisión del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. También, relacionada con la Administración de Nixon tenemos Los archivos del Pentágono (2017). En esta ocasión la película defiende la libertad de expresión y muestra cómo el gobierno ocultó información sobre los motivos del fracaso de la Guerra de Vietnam. Las tres películas hacen del periodismo puro su punto fuerte y lo convierte en la fuente de la tensión narrativa. Añadir también a este bloque Zodiac (2007) de David Fincher, película en la que la colaboración entre el periodismo de investigación y los detectives resulta fundamental.
Filmaffinity
7. El dilema (1999)
Las tabacaleras, una batalla difícil de ganar. Así lo muestran en El dilema de Michael Mann. Jeffrey Wigand (Russell Crowe) es un científico y vicepresidente de una importante tabacalera norteamericana (Brown & Williamson). Un día decide denunciar y dar a conocer a la opinión pública las sustancias adictivas que la industria del tabaco oculta al consumidor. Lowell Bergman (productor del programa 60 minutos) decide entrevistar. Tienen una información muy potente entre manos. La película está inspirada en un reportaje que se publicó en Vanity Fair. En este caso, vemos el importante trabajo del productor y el riesgo que conlleva enfrentarse a grandes multinacionales, influyendo en la emisión o no emisión de dicho reportaje. La verdad tendrá consecuencias. Es interesante además, como Michael Mann iguala el conflicto bélico con el conflicto contra las tabacaleras que se da después (ya que son los dos terrenos en los que vemos trabajar al productor). También es curioso como una mentira (u ocultación de la verdad) puede influir en la credibilidad de un discurso totalmente real. Si os interesa el tema de las tabacaleras, pero visto desde un punto de vista más “cómico”, tenéis la película Gracias por fumar (2005).
Filmaffinity
8. Casi famosos (2000)
Si en Ciudadano Kane construimos al personaje de Charles Fosters Kane mediante los testimonios que les conceden a los periodistas. En Casi Famosos somos testigos del viaje ya que acompaña a una banda de rock y hace la crónica de su gira. El aspirante a periodista trabaja para la “Rolling Stone” y vivirá una aventura que no olvidará. Vale que el periodismo no es el motor de la película, pero sí la excusa para sumergirnos en este homenaje al rock de los años 70. Además, la escena de Tiny Dancer es en el autobús es bien bonita. Hablando de periodistas que trabajan para la “Rolling Stone”, también es interesante The End of the tour (2015), basada en una entrevista a David Foster Wallace tras la publicación de su novela, “La broma infinita”.
Filmaffinity