¡Sorpresa! Hoy hablamos de libro. ¿Recordáis -y si no yo os lo recuerdo ahora mismo- que uno de mis propósitos para este año eran leerme 25 libros?
Bueno pues gracias a mis reyes magos, porque han hecho que ese propósito sea más fácil de conseguir gracias a mi flamante Kindle. Como quería probarlo rápido, elegí una novela de David Safier llamada Una familia feliz.
¿Conocéis a este autor? Es una autor alemán que es conocido internacionalmente y llegó a España en 2009 por su libro Maldito Karma. Si algo caracteriza a este autor es su sentido del humor absurdo y su sarcasmo, que queda reflejado en todos sus libros. Hasta ahora ha publicado 5 libros: Maldito Karma; Jesús me quiere; Yo, mi, me... contigo; Una familia feliz y ¡Muuu!
¿Os hacéis una idea solo con los títulos de sus libros? A mi solo me queda leerme el último, ¡que ganas!
Bueno, a lo que vamos, Una familia feliz es como todos los anteriores, un libro más bien cortito que se lee del tirón, sin complicaciones, con unos giros impredecibles y surrealistas, facilito, comprensible, y con mucho humor. Este libro nos cuenta la historia de los Van Kieren, muy alemanes ellos. La madre tiene una libreria infantil que está en quiebra, el padre solo trabaja, la hija adolescente no estudia y el pequeño se refugia en los libros porque la chica que le gusta le hace bulling.
Todo ello se complica cuando una noche van a una fiesta -donde esta Stephanie Meyer, solo digo, muajajajajaja- y una bruja los convierte en una vampira, en Frankenstein, una momia y un hombre lobo. Tras lo cual recorrerán media Europa pare encontrar a la bruja y que les libere de la maldición, pero la solución estaba más cerca de lo que ellos creían. No voy a hacer spoilers, así que no os puedo contar nada más aunque tenga ganas.
Es un libro fácil, sin pretensiones, con un final un poco flojillo, una moraleja que quizás nos haga pensar un poco sobre la sociedad en la que vivimos y los principios que se nos imponen y, por supuesto, entretenido. Así que yo, os lo recomiendo, sobre todo para desconectar un poco.
Ya me contaréis si os lo leéis, ¿no?
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