El título parece tener doble sentido. El espectador se ve sometido a una tortura que le convierte en mártir. No se me ocurre mejor descripción para esta película que, sopor. Eso es lo que sentí pasados los primeros quince minutos, que no conseguí seguir el rumbo de su historia.
Drew planea acabar con el imperio de Larry, su padre, un hombre de negocios turbios, y huir con su amante y hermana adoptiva. Lo que Drew no sabe es que la chica está compinchada con Larry. Y lo que Larry desconoce es que el sicario que ha contratado para acabar con su hijo tiene sus propios planes.
Mediante diálogos densos y carentes de interés alguno para el espectador. Saltando las odiosas comparaciones, ambos directores emulan el estilo de los primeros films de Guy Ritchie, y componen una historia de traficantes de poca monta que utiliza como propulsor el thriller criminal.
Como principal reclamo del film, han puesto al cantante Marilyn Manson, que no le viene de nuevo lo de la interpretación.
Lo hemos visto actuar antes en Wrong Cops de Quentin Dupieux, en un papel secundario.
En Let Me Make You a Martyr, se mete en el papel de sicario sin demasiado que destacar a su favor o en contra.
Su inclusión en el reparto es un reclamo anecdótico e infructuoso que ni siquiera aprovechan, como mucho sale diez minutos durante la película.
Al principio de la película no sabes seguir el rumbo de la historia. Para cuando empiezas a comprender de qué va la historia, cada minuto que pasa se va volviendo más contemplativa, hasta el punto de volverse tremendamente aburrida.
Sam Quartin, ya trabajó en el corto Juda’s Chariot dirigido por sendos directores. En un papel tan olvidable como la película entera. Sin pena ni gloria, su papel de June Glass no es demasiado convincente a pesar de que muestra un esfuerzo en conseguirlo. Mark Boone Junior (Batman Begins) adopta un registro muy similar al de policía corrupto de Batman Begins, pero su aparición también se limita a pocas escenas.
Let Me Make You a Martyr es una película que prometía ser un interesante thriller, pero que es todo lo contrario.