La ciudad de San Sebastián, Guipúzcoa
Antiguamente había un cañón en la plaza Guipúzcoa que cada día se prendía a la misma hora. El cañón se dejó de usar a principios del siglo XX, pero la costumbre no desapareció. De hecho, fue un diario (El Pueblo Vasco) el que luchó por mantenerla, colocando una sirena en su oficina de la calle Garibai. A día de hoy, este proceso está automatizado y no hace falta que una persona se encargue de ello.
Lo que a mí me sorprende es que durante mis visitas a Donostia-San Sebastián jamás haya escuchado esta sirena, quizá porque desconocía su existencia, pero cuando vuelva estaré atento y viviré ese momento como lo que es: una tradición histórica que aún se mantiene.
La sirena de la calle Garibai