Estaba dudando si escribir o no este post. Al principio pensaba que eran imaginaciones mías, pero según pasan los capítulos cada vez lo tengo más claro: la serie de Black Lightning de The CW es una verdadera ida de olla. ¿Qué pretenden conseguir con este personaje?
No es que The CW no sepa producir series de superhéroes o “metahumanos”. Ahí están Arrow, The Flash, Supergirl y Legends of Tomorrow. Cada una con sus más y sus menos, pero bastante fieles al espíritu de los comics de DC dentro de sus propias limitaciones. Podríamos decir que con The Flash dieron en el clavo, aunque la 4ª temporada esté resultando un poco sosa. Pero Black Lightning juega en otra liga completamente diferente y chunga-.
Por un lado, parece una serie de superhéroes más, pero digamos que pretende ser algo así como el Luke Cage de Marvel. Un tipo duro que lucha contra las injusticias en un entorno predominantemente afroamericano. En el caso de Luke Cage es Harlem, en el de Jefferson Pierce (aka Black Lightning) es Freetown. Y hasta aquí las similitudes.
La serie nos narra la historia de Pierce, un director de instituto que cuenta con el cariño y el respeto de la comunidad afroamericana en un pueblo azotado por las bandas, los trapicheos y los ajustes de cuentas. Pierce es la voz de la cordura que anima a los chavales a centrarse en los estudios y convertirse en personas de provecho. ¿Por qué? Porque si no acabarás vendiendo droga en una esquina, haciendo el mal, o peor, vendrá el malvado hombre blanco y te lo quitará todo.
Al principio parece que nos encontramos ante una serie algo racista, esta vez con una perspectiva vista “desde el otro lado” de la balanza. Pero según van pasando los capítulos te das cuenta de que no es eso.
Por las noches Jefferson Pierce se pone el traje de Relámpago Negro y azota con bastantes pocos remordimientos a cualquiera que se interponga en su camino. Basta decir que el primer encontronazo con su hija, la cual acaba de descubrir sus poderes, se salda con una bonita pelea fraternal.
Las hijas tampoco son mucho mejores. La menor, Jennifer, lo primero que hace cuando ve cómo su novio se queda parapléjico víctima de una bala perdida, es abandonarlo. Y Anissa, la hermana mayor, utiliza sus poderes por primera vez para reducir a escombros una estatua contra la que estaba protestando y repartir de paso un par de puñetazos por aquí y por allá.
Black Lightning es cruel con sus hijas, a su exmujer la trata como le da un poco la gana, y ella tampoco creáis que es mucho mejor con las 2 hijas que tienen en común. En el fondo se supone que lo hacen por el bien de la familia, pero lo único que queda a los ojos del espectador es un ambiente bastante chusco. ¿Cuál es la moraleja de esta serie? ¿Qué nos están intentando transmitir los guionistas?
Al final el objetivo es acabar con la banda de Los 100, donde uno de los final bosses es Tobias Whale, un negro albino. ¿Pilláis esa fina ironía? Bueno, quizá no sea tan fina…El asunto es que podríamos estar ante una gran serie de superhéroes con mucho black power y mucho flow, pero la forma de afrontar muchas de las situaciones que se plantean acaban sacándote de la historia.
Está claro que no es fácil trabajar sobre temas tan de actualidad y tan interesantes como “Black lives matter” y la problemática “Black on Black violence”, pero no es algo que se pueda solucionar metiendo a 2 policías blancos malvados y unos argumentos e historias donde los poderes del protagonista es lo menos chocante de todo el show.
La verdad es que resulta una serie divertida de ver, gracias a todos los clichés, trajes bastante cutres y personajes estereotípicos que conforman la serie. Eso sí, no deja de ser un placer culpable. Porque amigos, esta serie es rematadamente mala. ¡No la perdáis de vista!