El puente colgante
El domingo pasado aprovechamos el inusual día soleado de otoño para salir a pasear por nuestra propia ciudad. Propuse la Reserva Ecológica de Vicente López porque me había enterado recientemente de su existencia y me generó mucha curiosidad. Como de costumbre, googlé el lugar previamente en Google Maps, para saber cómo llegar.
Resultó ser un lugar muy agradable. Obviamente, no es la Reserva Ecológica de Costanera Sur, pero igualmente recomiendo mucho su visita. Es un predio más pequeño (apenas 2 manzanas) y compacto, pero completo, con una laguna y un Centro de Interpretación.
En los 5 minutos que tardamos en dar la vuelta a la Laguna, vimos 3 especies de aves distintas. Imagino que si se invierte más tiempo, pueden verse muchas más. También puede apreciarse el bioma original de nuestra región costera: el talar típico de las barrancas y la selva marginal del Río de la Plata (con especies que ya nos resultan desconocidas, lamentablemente), además de los pantanos, lagunas y juncales...
Caminando por los senderos me preguntaba cuántos años tendrían que pasar para que este rincón eco-lógico fuera adquirido al municipio por una empresa constructora para levantar una lujosa torre de 40 pisos en plena costa de La Lucila. Pero luego me enteré que se trata de una reserva biológica declarada a perpetuidad por ordenanza municipal Nº 4765 del 25 de marzo de 1983, loco ¿no?
A esta Reserva se accede desde el paseo costero que empieza en la Avenida Paraná (que sirve de límite con el Partido de San Isidro); la entrada es gratuita y tiene bicicletero. Horarios: de 9 a 18 en primavera/verano y hasta las 17hs en otoño/invierno.
Es un paseo que puede combinarse perfectamente con otros lugares de la zona norte, como Villa Ocampo, de la que hablé acá, o la Reserva Ribera Norte (muy cerca de ahí, en Acassuso), de la que hablaré más adelante...