Retrato de Mona Lisa
Lisa Gherardini, la protagonista del cuadro, aparece sentada en una galería abierta a un paisaje misterioso. Su rostro parece querer disimular emociones. Su expresión resulta confusa y su sonrisa desconcertante.
El juego de sombras ayuda a potenciar esa sensación. El paisaje de fondo es campestre y de un matizado tono azul. En esta obra se ven reflejadas además todas las características de pintura de Leonardo, y es que el pintor renacentista consigue transmitir una sensación de perspectiva por medio del sfumato, técnica que consiste en difuminar los colores y las siluetas de las figuras. Da Vinci utiliza el color ocre quemado para sombras oscuras y el amarillo sulfuroso para los colores carne.
La Gioconda lleva un velo sobre su cabeza, signo de castidad, muy frecuente en los retratos de esposas para descartar cualquier posibilidad de que fuera amante de algún noble. Si bien, el mayor misterio de la obra es su sonrisa, interpretada de infinitas maneras. Enigma que fue resuelto el año pasado por investigadores de las Universidades de Sunderland y Sheffield.
La enigmática sonrisa de Lisa Gherardini
Según explicaron estos investigadores, el misterio procede de una técnica posiblemente empleada por Da Vinci a la que denominaron "sonrisa inalcanzable". El estudio reparó en que la media sonrisa no acompaña al resto del gesto y las facciones de la modelo, que son serios, lo que consigue que parezca que el retrato aporte diferentes expresiones para el espectador.
Más allá de su "sonrisa inalcanzable", en el paisaje de la composición podemos observar la presencia de un puente como elemento de la civilización. Hecho que podría resaltar la importancia de la ingeniería y la arquitectura, profesiones que Leonardo también desempeñaba.
Paisaje de la composición
La posición de las manos es un dato más de la tranquilidad y el dominio de los sentimientos por parte de Lisa. Su mano derecha sobre el brazo izquierdo representa a una Mona Lisa fiel y virtuosa como esposa.
Posición de las manos de La Gioconda
Leonardo Da Vinci (1452-1519), su autor, está considerado un humanista universal. Con este fantástico e histórico retrato de 77 cm x 53 cm consigue resaltar los sentimientos y el alma de Lisa, rasgos que, según el propio artista, reflejan el alma. Por eso Leonardo nunca pintaba los retratos de perfil. La obra de arte más visitada de la historia se encuentra hoy en la sala 6 del Museo del Louvre de París.
Por cierto, ¿sabías que en febrero de 2012 encontraron una copia de la Mona Lisa en el Museo del Prado de Madrid?
Original y copia de la Mona Lisa
Al parecer, el cuadro ya estaba en España a principios del siglo XVIII y los expertos aseguran que fue pintada en la misma época que la original por un discípulo de Leonardo. Hoy, tanto la original como la copia se encuentran en el Louvre, lo que hace aún más atractiva la colección del museo más visitado del mundo.
Turistas fotografían el retrato de Mona Lisa