Es muy posible que jamás volvamos a contar con una persona de tanto talento como Leonardo Da Vinci. El italiano no sólo destacó como artista, si no también como arquitecto, anatomista, científico, botánico, ingeniero e incluso músico. Sin embargo, la mayoría de nosotros le recordamos por sus grandes e inspiradoras pinturas.
Toda lista con las grandes obras de Da Vinci debe iniciarse con la que quizás es la mujer más misteriosa en la historia de la pintura: La Gioconda, más conocida como La Mona Lisa. Sus dimensiones son de tan sólo 73x53 centímetros, algo que sorprende inevitablemente a quienes van a visitarla a diario en el Museo del Louvre en París.
Otra de los mejores cuadros de Leonardo Da Vinci es sin duda La última cena que, como seguro habréis imaginado, representa la famosa escena bíblica en la que los apóstoles se reúnen con Jesús de Nazaret para cenar por última vez. En este caso, y al contrario que la anterior, la obra es un impresionante mural de 460x880 centímetros realizado sobre una pared del Convento de Santa María de Grazie, en Milán.
La virgen de las Rocas, por su parte, se trata de una obra realizada al óleo sobre una tabla de madera. En ella están representados la Virgen con el Niño Jesús y dos ángeles. Como curiosidad deciros que existen tres versiones que se pueden visitar en el Museo del Louvre de París y en la Galería Nacional de Londres.
La dama del armiño, al igual que la anterior pintura, esta pintado al óleo sobre una tabla de, en este caso, de aproximadamente 55x40 centímetros. Puede visitarse en el Museo Czartoryski de Cracovia.
Otra de sus pinturas realizadas al óleo sobre una tabla es la conocida como Virgen del clavel, realizada hacia 1470. Se conserva en la Alte Pinakothek de Múnich y sus dimensiones son de 62x47,5 centímetros. Su nombre se debe a que en ella aparece María sujetando en su mano un clavel distrayendo con él al Niño.
Estas son sólo algunos de sus grandes cuadros, ¿cuál es tu preferido?