Os voy a contar una historia que trata sobre la catrina y cinco personas intrépidas que tuvieron una aventura en un bosque, espero que no paséis más miedo que el que ellos pasaron.
Todo comenzó con un viaje al bosque
Todo dio comienzo en una fría mañana que Jesús, Antonio, Miguel y Julia decidieron hacer un viaje al pueblo del abuelito de Julia. Justo antes de llegar a la cabaña del abuelo de julia, donde iban a pasar las vacaciones, pasaron por una cabaña abandonada, descuidada y tenebrosa. Julia, que era una chica bastante presumida y cariñosa con sus amigos, les conto a sus amigos la historia que se contaba sobre ella, que en esa cabaña abandonada había ocurrido un macabro suceso, habían asesinado a una mujer llamada Catrina y que desde entonces esta salía todas las noches para calmar su sed de sangre y que por aquella zona del bosque nadie se atrevía a salir de sus casas de noche. Una vez llegaron a la cabaña, el abuelo de Julia les esperaba muy contento, con una sonrisa que le llenaba toda la cara.
La Catrina comenzó a atacar
Antonio se armó de valentía y decidió salir andando en busca de una gasolinera y el resto le esperarían en la furgoneta. A los 2 minutos de que Antonio saliera, todos escucharon un grito ensordecedor y a todos le recorrió un escalofrío por el cuerpo. A pesar de que todos estaban aterrorizados, salieron corriendo rápidamente hacia donde se había oído ese horrible grito. Al llegar allí, los muchachos y el anciano, se encontraron al pobre Antonio tirado en la carretera muerto sin un brazo. Al volverse vieron como una larga sombra ensangrentada se alejaba.
No podían creer que su amigo Antonio, muy buena persona y muy valiente, había muerto.
Jesús y Miguel salieron corriendo aterrorizados, entonces la Catrina vio que Jesús era un chico alto, con mucha vitalidad y lleno de una rica sangre; mientras que Miguel era de una estatura mediana y un chico muy alegre, esto puso a la Catrina muy contenta, ya que tenía dos buenas víctimas.
Esperó a que se sintieran casi a salvo y justo cuando estaban llegando a la cabaña el abuelo y los dos muchachos, la Catrina se acercó sigilosamente y los mordió. Primero a Miguel, después hizo lo mismo con Jesús y para el final dejó la víctima con la sangre más vieja, el pobre abuelo de Julia.
Hoy en día, se cuenta la historia de estos pobres cuatro muchachos y el abuelo, pero nadie pudo hallar sus cuerpos, solo se veía sangre por todos lados. Solo les pediré una cosa, tengan mucho cuidado cuando anden por el bosque, y sobre todo: ¡Nunca anden de noche por el bosque!
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