Con esta introducción no quedan demasiadas dudas sobre que Kings age es un juego de temática medieval. Este MMO da la oportunidad a los usuarios de poder construir su propio imperio, tener un completísimo ejército a su disposición y pelear por ser el mejor contra los miles de jugadores que pueblan los servidores de Kingsage.
Creado por GameForge, este título sigue la senda de otros juegos gratuitos para navegador de la misma compañía, como es el caso de los célebres Gladiatus e Ikariam, con los que tiene un gran número de similitudes.
Empezando en Kings age: la colonia
A la hora de iniciar nuestra experiencia en Kingsage, lo primero que llama la atención es la ausencia de un proceso de personalización o “customización”. El jugador sólo puede elegir la localización sobre la que levantar su colonia o bien optar porque el juego le asigne una localización aleatoria.
Una vez elegida la localización, podemos ir conociendo poco a poco los pasos básicos de Kingsage gracias a un cómodo y sencillo tutorial. Pequeños globos de texto van apareciendo en la pantalla indicando cuál es la siguiente tarea a realizar, de forma que no podemos pasar al siguiente nivel hasta completarla. Se trata de una ayuda excelente para jugadores principiantes, pues cubre todas las acciones básicas y nos deja en disposición de poder manejarnos por nosotros mismos con todas las garantías.
De esta manera, la colonia será la piedra sobre la que iremos levantando nuestro reino. Empezaremos con una colonia de 50 puntos que incluye un simple castillo, un par de colonos y una pequeña parcela agrícola. ¿Suficiente para convertirnos en los caballeros más poderosos de Kingsage?. Aunque parezca mentira, sí, aunque para ello, como es lógico, primero debemos ir aumentando de nivel nuestra población.
Son tres los recursos básicos que hay que dominar para avanzar en esta aventura, todos ellos imprescindibles para construir nuevos edificios o entrenar unidades militares: madera, roca y hierro
Al igual que en otros títulos similares como el mítico Age of Empires, son los colonos los encargados de recolectar estos recursos. De los bosques cercanos a la colonia se obtiene la madera, en la cantera se extrae la roca y de la mina el hierro. En un principio la cantidad de recursos que se puede obtener resulta muy limitada, por lo que conviene desarrollar la cantera, la mina y el aserradero (allí se trabaja la madera), para poder incrementar la cantidad de recursos disponibles.
Como suele ocurrir en este tipo de juegos, no todo es tan sencillo, y cada decisión trae consigo una serie de implicaciones. Por mucho que ampliemos la cantidad de recursos disponible, si no tenemos un lugar donde guardarlos, no podremos sacar el máximo provecho de ellos. Por eso, no basta con recolectar recursos, también es necesario ampliar progresivamente el almacén, ya que cuanto mayor sea éste, mayor será la cantidad de materias primas que podremos conservar.
Kingsage cuenta con un sistema de construcción algo más automático de lo habitual, donde el jugador no tiene la posibilidad de decidir la ubicación de los edificios, lo cual es una pequeña ventaja, ya que elimina un aspecto bastante poco útil, pudiendo centrarnos completamente en elegir qué edificio construir a continuación o cual mejorar.
Quizás haya a quien le parezca que este sistema resta una parte esencial de este tipo de títulos, pero lo cierto es que de esta manera, el juego está más enfocado hacia el aspecto bélico, comercial y de alianzas diplomáticas.
Siéntete como un general al mando de tu ejército
Uno de los aspectos más positivos de Kings age es la gran variedad de fuerzas militares que el jugador tiene a su disposición para formar su ejército. Caballería, infantería, templarios, arqueros, exploradores,… Tras pasar por los barracones de entrenamiento nuestros vasallos se convertirán en fieles soldados dispuestos a seguir nuestras órdenes en el campo de batalla.
Hasta 11 unidades militares diferentes pueden componer nuestro ejército lo que ofrece al jugador un amplio margen de maniobra a la hora de elegir qué tipo de fuerza militar defiende los intereses de su reino. Este tipo de decisiones tienen un gran impacto sobre el transcurso del juego, ya que no todas las unidades cuentan con el mismo nivel de fuerza, por lo que a la hora de salir victorioso de un ataque es importante haber diseñado previamente una buena estrategia en cuanto a su composición y organización.
A ello hay que sumar la posibilidad de construir avanzadas máquinas de guerra o levantar impenetrables muros que resisten prácticamente cualquier ataque enemigo. Las primeras serán básicas para poner penetrar las defensas de los reinos enemigos, mientras que las murallas, además de proteger la ciudad, también aumentarán el nivel de defensa de nuestras tropas.
Ampliando el horizonte en Kingsage
El jugador que hace las cosas bien y sigue los pasos adecuados en su progreso, rápidamente descubrirá que, casi sin darse cuenta, su pequeña colonia se ha convertido en un poderoso reino. Desde las puertas de su castillo saldrán en desfile las tropas militares que se lanzan a nuevas aventuras de conquista y sometimiento de territorios enemigos, mientras que nuestro nombre comienza a hacerse cada vez más popular en los servidores de Kings age.
Las colonias pueden llegar a crecer de forma espectacular, pasando de los 50 puntos iniciales a un máximo de 10.000 y otros 10.000 de unidades militares. Sin embargo, es muy importante recordar que, aunque nuestra colonia sea realmente poderosa, no estamos solos en el mundo de Kingsage.
Alrededor de cada colonia se encuentran ubicadas otras tantas, cada una de las cuales puede llegar a ser tan potente como la nuestra. Por ello la diplomacia juega un rol fundamental en el desarrollo de este título. Es materialmente imposible crecer sin entrar en contacto con otros jugadores.
Muchos deciden alcanzar algún tipo de pacto con otras poblaciones vecinas, ya sea llegando a un acuerdo de no agresión o formando una alianza donde pelear conjuntamente frente a los enemigos. Hay que elegir sabiamente con quién entablar estas relaciones y saber contra quién combatir.
Además, estas relaciones diplomáticas pueden ser también económicas, estableciendo rutas comerciales que podremos aprovechar una vez construido el establo y criado unas cuantas mulas con las que transportar las mercancías, así como un mercado que servirá como punto de salida y llegada de estos envíos. De esta manera podremos apoyar también a nuestros aliados enviándoles tropas y recursos, a la vez que conseguimos ventajosos acuerdos comerciales.
Finalmente, en los más altos niveles de desarrollo de nuestro reino será posible empezar a colonizar nuevos territorios. Para ello será necesario haber formado alrededor nuestra una poderosa nobleza que se lance a tomar posesión de las nuevas tierras en nuestro nombre.
El primer paso para lograr este objetivo será construir la mansión, donde se produce el nombramiento de los condes encargados de la colonización. Pero estos condes necesitan un equipo muy especial acorde a su estatus, el cual sólo se puede construir en la orfebrería, por lo que, una vez más, también será requisito indispensable su construcción antes de lanzarnos a colonizar nuevas tierras.
Así, a base de pequeños pasos, paciencia y organización, iremos creando las condiciones idóneas para ampliar el reino y expandir nuestro poder hacia nuevas tierras a la vez que acrecentamos nuestra leyenda en el juego.
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