Si eres fan de Jack Sparrow y la saga de Piratas del Caribe, ahora tienes la oportunidad de ponerte en el pellejo de un auténtico bucanero y saber lo que se siente al sembrar el terror en los 7 mares con . Funda tu propio puerto pirata y conviértelo en tu refugio. Surca los océanos a la caza de tesoros y únete a otros piratas para difundir el imperio del terror. Y si las cosas no salen como tú esperas…siempre te queda la botella de ron para olvidar tus penas.
Pirates: Tides of Fortune es un MMO (multijugador masivo on line), que puedes jugar en tu navegador de forma gratuita, y en el que la estrategia tiene un enorme protagonismo.
Tras llegar a una isla desierta, decides convertirla en tu base de operaciones, el campamento pirata desde el cual desarrollar tus actividades y expandir tu poder. Pero esto es algo que no resulta tan sencillo, y que necesita de un plan bien estructurado.
Es ahí donde está lo verdaderamente interesante, ya que todas tus acciones, sean cuales sean, tienen repercusión en otros aspectos del juego.
Objetivo de Pirates
Pirates: Tides of Fortune se centra en aumentar tu poder y fortaleza, consiguiendo que tu isla sea cada vez más sofisticada, tus naves más mortíferas, y tu influencia sea tal que la sola mención de tu nombre cause el terror en los capitanes de otras naves.
Pero este ambicioso objetivo necesita de un largo proceso para llegar a ser una realidad. Deberás recolectar recursos que te permitan aumentar el número de efectivos bajo tu mando, completar misiones, investigar para mejorar tu tecnología y, por supuesto, combatir.
Todo ello sin olvidar que tú también puedes ser objeto de ataques por parte de otros piratas con idénticas ansias de poder, por lo que también deberás mantener protegida tu isla de las posibles ofensivas de tus rivales.
Tu nivel va aumentando cada vez que mejoras tu guarida, de manera que necesitarás llevar a cabo toda una serie de acciones e interacciones para lograrlo. Optimizar las instalaciones generadoras de recursos, establecer una estrategia, o unirte a una hermandad pirata te ayudarán a lograrlo.
Inicio del juego
Para comenzar a jugar basta con registrarse en la página web del juego. Una vez cumplimentado este primer paso, hay que empezar a tomar contacto con la nueva realidad en la que vas a sumergirte, y para ponértelo más fácil, un pirata te va dando indicaciones acerca de lo básico que debes conocer para avanzar en el juego.
El tutorial te enseñará aspectos esenciales, como la creación de edificaciones, que te permitirán obtener recursos. Estos recursos servirán para multitud de cosas, pero entre otras, para crear nuevas edificaciones con características distintas.
También aprenderás que no basta con generar los recursos. La creación de nuevas estructuras lleva tiempo, y será necesario esperar para que estas vayan desarrollándose. Claro que para ponértelo más fácil están los rubíes, que te permiten minimizar los tiempos de espera.
Para obtener rubíes y agilizar la construcción de tu imperio puedes optar realizar misiones, o si lo prefieres, comprarlos en la tienda. La primera opción es más lenta, pero también más divertida. Los impacientes, como siempre, tirarán de tarjeta para convertirse cuanto antes en los piratas más temidos del océano.
Estrategia
La forma en que te desenvuelvas e interactúes con otros jugadores va a ser decisiva en tu experiencia en el juego. Puedes preferir dedicarte principalmente a comerciar, a realizar alianzas con otros piratas, o a atacar a cualquiera que divises a babor y a estribor. Cada acto tendrá sus consecuencias.
No puedes tenerlo todo, por lo que en el momento en el que tomas cualquier decisión debes saber que también estás renunciando a algo. Tu estrategia puede ser especializarte en un apartado o tratar de mantener un equilibrio en todos ellos.
Tú decides, y en función de esas decisiones los acontecimientos se irán sucediendo.
De cualquier modo, especializarse no significa que se puedan descuidar otros aspectos. Todo aquí está interrelacionado.
Aunque quieras dedicarte a combatir, no podrás olvidarte de que con los recursos que arrebates a otros, tienes que desarrollar tu guarida, por lo que necesitarás tomar decisiones acerca de qué edificios o infraestructuras quieres poner en marcha.
También es muy diferente jugar siendo un lobo solitario de los mares, que incorporarse a una hermandad. Si bien en el primer caso podrás sentirte muy orgullosos de tus logros, no esperes que nadie venga en tu ayuda cuando un pirata con una flota más poderosa decida enfrentarse a ti.
En cambio, las hermandades nunca dejan sólo a uno de los suyos, y si te integras en una, podrás recibir refuerzos de tus compañeros cuando las cosas se pongan feas en alta mar o cuando otras naves se dispongan a atacar tu guarida.
Recursos
Los recursos son la base de todo, y por eso gran parte de tu tiempo tendrás que dedicarlo a prestar atención a este punto. Si quieres construir edificios, los necesitarás. Si quieres reclutar nuevos piratas que se unan a ti en tus batallas, también. Y lo mismo ocurrirá si necesitas investigar para que tu tecnología sea más avanzada que la de tus oponentes.
Los tres tipos de recursos con los que podrás hacer todo esto son la madera, el oro y el ron. Construyendo aserraderos, podrás obtener más madera, y construyendo más minas, podrás lograr más oro, pero siempre hasta un límite: sólo podrás tener tanto como puedas guardar en tu almacén.
Por su parte el ron permite que tus hombres realicen sus tareas felices y contentos. Si el ron escasea, comenzará el malestar, y las deserciones no se harán esperar. Así que también debes construir destilerías si no quieres que tus piratas te dejen en la estacada.
Dependiendo de la isla en la que comiences a construir tu guarida, tendrás más abundancia de oro o de madera. Los recursos se pueden intercambiar con otros jugadores en los mercados para compensar la escasez de alguno de ellos, pero si tu idea de jugar a piratas no es ponerte a comerciar, siempre puedes solucionar este problema robándoles los recursos a otros después de derrotarlos en la batalla.
También encontrarás recursos flotando en las aguas, tanto en los alrededores de tu isla como en las de otros aliados. Pero no te engañes, no son suficientes. Obtener recursos requerirá esfuerzo y dedicación. Sólo con el suficiente número de ellos podrás progresar.
Unidades y Combates
Incluso si eres un pirata poco sanguinario (¿quizás equivocaste la profesión?), tendrás que luchar antes o después contra otros rivales que quieran hacerse con los recursos que tanto esfuerzo te ha costado conseguir.
Tu ejército de combate se divide entre Piratas, mercenarios, flota y armada, cada uno de ellos con unidades defensivas y ofensivas que se determinan por una serie de características (ataque, defensa, velocidad, coste, capacidad y tiempo de entrenamiento).
Deberás utilizar cada una de ellas con inteligencia en función de sus fortalezas, y centrarte en aquellas que mejor encajen con tu estrategia. Si eres un pirata sediento de sangre, querrás acumular el mayor número de unidades ofensivas para poder hacer morder el polvo a tus enemigos. Si lo que quieres es que te dejen tranquilo y proteger lo que has ido logrando, deberás construir muros y ocultar tus tropas en el puerto para ponerlas a salvo de ataques.
Las batallas en sí no tienen un alto grado de espectacularidad ni complejidad. Una vez vas a empezar un combate, todo lo que has de hacer es elegir qué unidades quieres enviar a la batalla, teniendo en cuenta las que el rival tiene, tanto si atacas como si te defiendes
Es la inteligencia artificial del juego la que determina el vencedor en función de las naves, su número, y sus características. Si tu conjunto de unidades militares es superior al de tu rival, te harás con sus recursos o bien serás capaz de defenderte de su ataque.
La tienda
Como en todos los juegos gratuitos, la opción de obtener atajos a cambio de comprar ciertos elementos está siempre presente. Pirates: Tides of Fortune no es diferente en este sentido, y a lo largo del juego recibirás frecuentemente notificaciones invitándote a hacer uso de esta posibilidad.
Los rubíes te permitirán ahorrar tiempos de espera y conseguir elementos especiales. Pero conseguirlo es trabajoso y lleva tiempo, así que la tentación de comprarlos es a veces muy poderosa. Esta es una de las armas con las que los desarrolladores juegan para hacer rentables sus lanzamientos.
Hacer uso de la tienda no es imprescindible ni para lograr éxitos ni para disfrutar del juego, pero es una opción que en determinado momento puedes considerar si crees que no te compensa dedicar tanto tiempo para lograr avances.
Los que no puedan permitirse adquirir objetos en la tienda no disfrutarán menos, porque la satisfacción de haber logrado todo lo que tienes con tu propio esfuerzo es muchas veces superior a la que te otorga tener las mejores fortalezas o las naves más avanzadas.
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