poseí mi suerte al morder lo que de mi brazo quedaba,
force mi sueño y desperté con garras clavadas a mi pecho,
bese mis miedos y voltee mi cara
A la deriva de mi sosiego impulse mis miedos,
tu espalda yacía erguida a mis pupilas,
mis entrañas burlaban mi dolor y se hacían dueñas de la noche,
había millones de sonrisas alrededor de mi morada
Había posado a aquella persona que saludaba desde el ático,
había mostrado mi desnudes a un ente...
Había calmado mi deseo de ser escuchada,
había aturdido los ojos huecos de dicho hombre
Explote, vague en mi casa con el cigarrillo entre mis labios,
presione mis manos a la pared,
hundi mis dientes en mis huesos y había cambiado lo que quedaba de mí
Había...
Si, aunque existió nada.