Los mejores momentos que nos dejó febrero
Hola a todos y bienvenidos un día más. Hoy toca repaso del mes. Ya sabéis que todas las fotos son propias, sin retocar ni editar y claro, hechas en febrero. Así que sin más rollo, empezamos.Este ha sido el peor mes de mi vida, se cumplió la maldición de febrero y todo lo que os imaginéis malo me ha pasado a mí, o más bien a los de alrededor.
Así que esta vez, más que nunca, este ejercicio me va a servir de bálsamo, o de terapia, para quedarme con algo bueno y poder ir tirando. Porque tengo que decir que he tenido muchos momentos buenos, muy buenos, pero que ahora me parecen lejanos.
Febrero ha sido un mes con muchos días grises, que pude combatir paseando por la playa.
Y de tardes en parques vestidos de invierno, con árboles sin hojas y jardines sin flor, pero que en esos momentos estaban llenos de luz para nosotros.
He tenido días de paseos por el centro de la ciudad.
Y tardes tumbada en un prado, sacando fotos torcidas pero llenas de vida.
Y podemos ver a esos árboles que observaban como hacía mil y un fotos tumbada.
A veces me gusta ir a otra de mis playas, una que no sé por qué razón apenas la saco aquí pero que me encanta.
Este bulevar es uno de mis sitios preferidos desde que era muy pequeña, y aunque esta foto es la peor que tengo porque no le hace justicia, para mí representa un momento perfecto, en esa terraza bajo los arcos.
El Carnaval fue la fiesta estrella del mes, la gente salió a la calle a darlo todo y yo disfruté al saber que los demás eran felices.
Algunos días nos fuimos a la finca, porque la primavera ya asoma y las camelias brillan con todo su esplendor.
Y nos dejábamos abrazar por las luces del atardecer.
Los paseos de las mañanas me llevaron a algún que otro lavadero rodeado de romero en flor.
Mis hijos siempre me dicen que su infancia fue feliz por muchas cosas, pero un recuerdo que hace sonreír es el de las tardes de domingo que pasamos en el Museo del Ferrocarril.
Volver a esos sitios que te han visto crecer, que incluso vieron crecer a tus padres y tíos siempre merece la pena, especialmente si podemos atrapar un rayo de sol.
Mirar a esa iglesia blanca donde muchos miembros de mi familia se casaron, se bautizaron e incluso celebramos funerales...es mirar mis recuerdos.
Algunos sitios salen a menudo, pero claro, son parte de mi vida y no podía dejarlos fuera.
Y mientras el mes avanzaba los días grises seguían, y yo volvía a la playa para regalar mis lágrimas al mar.
Y despido el mes deseando que marzo sea un poco mejor, que las cosas se vayan arreglando y que la vida me traiga alguna alegría, que ya tengo muchas con tanta gente buena a mi alrededor pero...que por una vez, ya que nunca pido nada, me sorprenda con algo muy bueno. Y espero que esa puertecita que asoma empiece a abrirse para mí y los míos.
Mil gracias por leerme y muy feliz lunes a todos. Ojalá marzo llegue cargado de magia.