Yo no entendía nada. En lugar de conseguir unos bonitos tonos saturados, mis fotos tenían un horrible color verde. Daba igual qué cámara o carrete usara...siempre era el mismo verde.
Al final descubrí que el problema era el laboratorio, que resultó no tener mucha idea de lo que era el proceso cruzado y lo único que hacía era subir los niveles de verde en el balance de color, haciendo que todas las fotos tuvieran el mismo tono. Por suerte una buena amiga se ofreció a escanearme los carretes mientras yo ahorraba para comprarme un escáner. Y después fui yo misma quien me los escaneaba, consiguiendo la saturación deseada.
Aun así, conseguí algunas fotos que merecen la pena y son las que os enseño hoy. Espero que os gusten.
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