¡Hola a todas! Espero que hayáis empezado bien la semana y que ya quede poquito para que cojáis las vacaciones. Si como yo, ya las habéis disfrutado, mucho ánimo! Nos haremos compañía en agosto…
Hoy os traigo la primera parte de nuestro itinerario en Holanda, lo intentaré hacer muy cortito y esquemático para que os sirva de ruta y no se os haga muy pesado. ¡Vamos allá!
Domingo 9:
Salida a las 10.00 de la mañana en avión de Barcelona hacia el aeropuerto Schiphol de Amstermdam. El vuelo dura aproximadamente 2h y media. Nosotros íbamos cargaditos para entretener a Valentina (plastelina, pegatinas, libretas con colores, videos de canciones en el iPad, sus juguetes preferidos…) pero tuvimos la grandísima suerte que se durmió. Algo totalmente inaudito para nosotros ya que creo que hacia como 1 año que no se dormía en la teta y sentada sin moverme.
Cuando llegamos a Amsterdam, cogimos un tren hacia el centro y de ahí un bus que nos llevo hasta el apartamento de Airbnb que habíamos alquilado (en el post anterior tenéis el enlace). Dormir en el centro de Amsterdam es muy caro y además si viajáis en familia con niños pequeños no os lo recomiendo demasiado ya que vais a estar más fuera del centro que dentro, así que no vale mucho la pena.
Entre que llagamos, nos instalamos y todo se os hicieron casi las 4 así que decidimos coger un autobús (nos compramos la targeta de 48 horas para viajes ilimitados, nos costó 12 por persona) y sair hacia el centro a buscar algo de comer y a pasear por los canales de Amsterdam, ya que hacia un tiempo increíble.
Sobre las 6 regresamos a la zona del apartamento y fuímos a hacer las compra para varios días. La mayoría de veces compramos en Albert Heijn, los veréis en todas partes.
Lunes 10:
Después de desayunar y estar un ratito en casa jugando (Valentina se levanta a las 6 de la mañana) nos pusimos en marcha en busca de unas bicicletas de alquiler. De camino nos encontramos con un local de Bagels&Beans así que no pudimos resistirnos a entrar en la famosa cadenas de cafés. Los Bagels estan buenísimos y tienen siempre un rinconcito para peques así que también os lo recomiendo. Alquilamos las bicicletas cerca de Singelgracht, cogimos dos bicicletas y una de ellas con sillita delantera. Valentina alucinó muchísimo, aquel día descubrió otra gran pasión. Ya que teníamos las bicicletas aprovechamos para hacer grandes distancias.
Nos fuimos hasta Vondelpark, el parque por excelencia de Amsterdam, y allí pasamos un buen rato entre parques, piscinas y lagos.
Aprovechamos para comer algo de fruta que llevabámos encima y pedaleamos hasta el famoso mercado de Albert Cuyp en el barrio de Pijp.
Tengo que decir que el mercado me decepcionó un poco, ya que me imaginaba algo parecido a los grandes mercados de comida que hay en Londres. Y si, hay algunas paradas que están bastante bien y son preciosas pero también hay muchas que no tienen nada de encanto.
Valentina se quedó frita en la mochila y aprovechamos para parar a comer algo por ahí. El barrio es muy bonito y hay tiendas preciosas, vale la pena destinar algún ratito. Tened en cuenta que entre las 5 y las 6 ya cierran así que no os encantéis mucho.
Seguimos pedaleando hacia el letrero IAMSTERDAM, que debe de ser el lugarmás turístico de todo amsterdam. Si esperáis tener una foto de vosotros solos en el cartel ir en pleno invierno porque si no ya os digo que es imposible. Hay una web que te dice dónde hay letras sueltas que van cambiando de un sitio a otro de la ciudad y quizás es más fácil conseguir hacerse con una.
Valentina ya estaba cansadísima, además aquel día tenía un poquito de fiebre así que devolvimos las bicis (nos costó unos 25) y nos volvimos para casa.
Martes 11:
El buen tiempo nos seguía acompañando, y también los madrugones con Valentina, así que aproveché para visitar el Showroom de una de mis tiendas preferidas, House of Jamie y hacerme con un par de prendas para Valentina que son una auténtica preciosidad.
Después, nos volvimos para el centro y nos fuimos dirección al Museo de Ciencias NEMO. Es una autentica pasada, para pequeños y grandes. Valentina era muy pequeña para la mayoría de cosas pero le encantaraon muchísimas, sobre todo las relacionadas con el agua y la construcciones.
Son seis plantas llenas de inventos y propuestas divididas en temáticas. Lo que más me fascinó fue el laboratorio de químia, donde podías ver a grandes y pequeños con sus batas blancas haciendo experimentos.
Arriba de todo del NEMO tienen también piscinas y juegos de agua, y un restaurante que no está nada mal, (carito como todo) pero realmente nos sorprendió lo bueno que estaba todo.
Después del NEMO visitamos fugazmente la biblioteca central, un edificio también espectacular y con una sección infantil que quita el hipo. Aunque a mi, lo que más me impresionó fue la casita de ratones que tienen… te podrías pasar horas mirando la cantidad de detalles que contiene.
Aprovechamos que Valentina se quedó frita para hacer un paseo los dos juntos por los canales hacia Oosterpark y justo se despertó cuando estábamos entrando, así que pudo disfrutar por completo los preciosos paisajes, y sus zonas infantiles por supuesto.
Después de estar un buen rato jugando nos volvimos para casa.
Miércoles 12:
Ese día dejábamos Amstedam y cogíamos el coche de alquiler para empezar nuestra ruta, así que mientras el amore fue a recogerlo yo que me quedé en casa cerrando maletas y preparando a V. Nos recogió y nos pusimos en marcha rumbo a Alkmaar. Además del coche también alquilamos la sillita del grupo correspondiente. No cogimos GPS, ya que con el Google Maps de iPhone nos fue más que suficiente al tener el roaming activado en Europa.
Llegamos a Alkmaar y nos instalamos en el apartamento nuevo. El día fue un poco regulín, ya que Valentina no estaba muy fina, vomitó durante el viaje, así que preferimos hacer plan casero y que hiciera la siesta en casa. Ya por la tarde fuimos de paseo hacia el centro de Alkmaar, paseamos por sus calles, nos comimos un helado y nos volvimos a casa.
Este día de transición nos hizo modificar mucho la ruta y eliminar una de las paradas que teníamos programadas hacia las islas de Texel y Giethoorn, un pueblo precioso del norte pero a 2 horas del apartamento. Consideramos que era mejor hacer trayectos más cortos de 30-40 minutos por el bienestar familiar…
Jueves 13:
Nos levantamos todos completamente recuperados, hacia un tiempo estupendo y nos pusimos rumbo a Marken, quizás uno de los pueblos más bonitos que visitamos. El trayecto hacia allí es precioso, pasas por medio de campos inmensos, con vacas y cabras que parecen que estén en plena libertad.
Marken es un pueblo de cuento, es tan perfecto tan perfecto que hasta da un poquito de miedo! jajaja! todo está súper cuidado, parece que sus habitantes estén en plena función: uno dando de comer a las cabras, otra tendiendo toda la colada completamente blanca, otro saliendo con la barca…
Después de Marken, nos fuimos hacia Volendam, un pueblito costero muy bonito, en el que visitamos un museo del queso y nos explicaron como el proceso de la elaboración del queso (mientras nos poníamos tibios a comer y probarlos todos).
Nosotros nos equivocamos completamente al no quedarnos a comer ahí, ya que en cualquiera de sus paraditas del paseo marítimo hubiéramos comido de infarto peeeero como V se había quedado dormida, preferimos aprovechar y irnos hacia Edam.
Edam es un pueblo bonito, siguiendo la linea de los pueblos holandeses con canales y calles pequeñitas llenas de terrazas, pero poco más. Vale la pena visitarlo los jueves que es cuando hacen la subasta del queso, pero si no, no es un pueblo para pasar todo un día.
Compramos un poquito de queso para la cena, y pan para dar a los patos de los canales, buscamos algún sitio para que V jugará, comimos algo de fruta y nos fuimos de vuelta a Alkmaar, reventados después de un día sin parar!
Y esto es todo por hoy, espero a finales de semana, colgaros el segundo y último post de nuestro itinerario. Espero que os sirva de ayuda para todas aquellas que me decís que estáis organizando vuestro viaje a Holanda.