Por término medio alcanzan unos 50 metros de altura. No obstante, el chorro puede ser mayor: en 1904, el géiser Waimangu, en Nueva Zelanda, alcanzó una altura de 457 metros; y el géiser Steamboat, en EE UU, 115 metros.
Fuentes termales
Las fuentes termales son manantiales de aguas calientes que contienen sales minerales en diversas cantidades. Se forman en una región volcánica, cuando el agua de la lluvia se filtra en el terreno hasta que alcanza la roca porosa que la absorbe como si fuera una esponja.
Normalmente, los géiseres (término que proviene de la palabra islandesa geyser, que significa surtidor) surgen tras una erupción volcánica, cuando las aguas subterráneas entran en contacto con el magma incandescente. De este modo, el agua se calienta de forma rápida (llegando a alcanzar una temperatura de 250ºC), aumenta de volumen y, a medida que acumula presión, escapa por las rocas a través de las grietas, como si fuera una olla a presión. Cuando alcanza la superficie, el agua y los gases brotan de manera violenta en un espectacular chorro de vapor en un geiser.
El agua restante en el géiser se va enfriando y la erupción finaliza. El agua caliente se comienza a filtrar nuevamente dentro del depósito, y el ciclo comienza de nuevo. La duración de las erupciones y el tiempo entre una y otra varían según el géiser.
Si no salen al exterior de la Tierra son las fumarolas submarinas, que emergen de las chimeneas formadas durante miles de años por los depósitos minerales en el océano.
Debido a la fuerza del chorro y la temperatura del agua, muchos géiseres se emplean como fuente de energía alternativa, para generar electricidad.
Los géiseres son fenómenos raros
La formación de géiseres requiere una hidrogeología favorable que existe solo en algunas partes del planeta, por lo que son un fenómeno bastante extraño. Existen cerca de 1000 alrededor del planeta, de los cuales casi mitad están ubicados en el Parque Nacional de Yellowstone (EE.UU).
El famoso Geysir de Islandia es el que ha dado el nombre común de géiser a estas fuentes termales. Desde 2006, el Geysir está acordonado por motivos de seguridad. Otro famoso géiser de Islandia, que se encuentra a 25 m, de aquel, es el Strokkur. En el parque de Haukadalur, donde estos están, hay un total de seis géiseres.
La actividad de erupción de los géiseres puede cambiar o cesar debido a la deposición de minerales dentro de los conductos ?tuberías? internos del géiser, al intercambiar funciones con fuentes termales cercanas, por la influencia de terremotos, o a causa de la intervención humana. Así, por ejemplo, Strokkur eructa algunos segundos cada 14 min, mientras que el Grand Geyser de Estados Unidos eclosiona durante unos 10 minutos cada 8 o 12 horas.
Las intensas fuerzas transitorias dentro de los géiseres son la principal razón de su rareza. Hay muchas zonas volcánicas en el planeta que tienen fuentes termales, ollas de barro (solfatares) y fumarolas, pero muy pocas tienen géiseres. Esto es debido a que en muchos lugares, incluso donde existen otras condiciones para la actividad de géiseres, las estructuras de rocas son débiles, y las erupciones erosionan los canales y destruyen rápidamente los géiseres.
La mayoría de los géiseres se forman en lugares donde hay rocas volcánicas como la riolita, la cual se disuelve en agua caliente y forma depósitos minerales llamados aglomerados silíceos, o geiseritas, junto al interior de los sistemas de cañerías. A través del tiempo, estos depósitos consolidan la roca firmemente, reforzando las paredes del canal y permitiéndole al géiser persistir.
Los géiseres son un fenómeno bastante frágil, y si alguna condición en su ambiente cambia pueden «morir». Muchos géiseres han sido destruidos debido a que la gente arroja desperdicios y escombros en ellos; otros han cesado sus erupciones motivado por la reducción del agua por parte del consumo de plantas de energía geotérmica.
Los colores específicos de un géiser derivan del hecho de que a pesar de existir aparentes condiciones severas, a menudo se encuentra vida dentro de ellos (e incluso en hñabitats de temperaturas más elevadas) en la forma de procariotas termofílicas. Ninguna de las eucariotas conocidas puede sobrevivir en ambientes sobre los 60 °C.
Antes de los 60´ los científicos estaban convencidos de que ninguna forma de vida podía sobrevivir en temperaturas superiores a 73 ° ya que la estructura de proteínas importantes y el ácido desoxirribonucleico se destruirían. No obstante, las observaciones probaron que es posible la vida en temperaturas elevadas, incluso algunas bacterias prefieren temperaturas superiores al punto de ebullición del agua. Docenas de esas bacterias son conocidas hoy en día.
Tipos de géiser
Hay dos tipos de géiser: el géiser de fuente, que eructa de estanques de agua, típicamente en series de explosiones intensas, incluso violentas; y el géiser de cono, que eructan de conos o montículos de aglomerados siliciosos (también conocidos como geiserita), habitualmente en chorros estables que duran desde unos pocos segundos a muchos minutos. Oil Fithful, probablemente el más famoso géiser del Parque Nacional de Yellowstone, es un ejemplo de géiser de cono.
Los siete campos de géiseres más grandes del mundo están en los siguientes puntos: Parque Nacional de Yellowstone (Wyoming, Estados Unidos); Dolina Geiserov (Península de Kamchatka, Rusia); El Tatio (Chile); Zona Volcánica Taupo (Nueva Zelanda); Islandia; El Anfiteatro, Las Máquinas y Las Maquinitas (en la ladera argentina del volcán Copahue); y Sol de Mañana (Potosí, Bolivia).
Hubo dos grandes campos de géiseres en Nevada (EE.UU), pero fueron destruidos por la instalación de plantas de energía geotérmica cerca del lugar.
Hay otros géiseres individuales alrededor del mundo, como en California, Perú, Bolivia, México, Dominica, Azores, Kenia y Japón, pero no son agrupaciones de ellos.
Yellowstone es la reserva más grande, teniendo cientos de fuentes termales, y entre trescientos y quinientos géiseres. Yellowstone tiene al géiser más alto, Seamboat Geyser, pero el más conocido es Old Faithfull.
En Nueva Zelanda muchos géiser han sido destruidos en el último siglo, bien por extinción, o vueltos inactivos por causas naturales (derrumbes, erupciones volcánicas...), o bien perdidos por instalación de planta geotérmica.
Géiseres extraterrestres
Una de las grandes sorpresas de la exploración del Voyager 2 en Neptuno en 1989 fue el descubrimiento de géiseres en su luna, Tritón. Los astrónomos divisaron vapor que se extendía unos 8 km sobre la superficie, y material depositado a unos 15 km curso abajo.
Todos los géiseres observados estaban ubicados entre los 40° y 60°S, cercano a la parte subpolar de Tritón. Esto indica que el calentamiento solar, aunque débil debido a la distancia, probablemente tiene un rol crucial. Esto ocurre ya que la superficie de Tritón consiste probablemente en una capa semi-transparente de nitrógeno helado, lo cual crea una especie de efecto invernadero, calentando el material helado situado por debajo de la capa hasta que rompe la superficie en una erupción.
Cada erupción de un géiser de Tritón puede durar hasta un año, y durante este tiempo, cerca de 0,1 km³ de material puede ser depositado en la dirección del viento.
Además de en Tritón, la misión Cassini-Huygens ha demostrado que la luna Encelado de Saturno posee verdaderos géiseres de agua, siendo claramente fotografiados, en un ejemplo del llamado criovulcanismo. Los expertos consideran que algún fenómeno (todavía por explicar) calienta el subsuelo helado de la luna y forma reservas de agua líquida, que por presión acumulada llegan a romper el hielo superficial y verterse en el espacio del Anillo E de Saturno.