En tan sólo 83 km2 de superficie y una costa de 70 km de playas, calas y rincones escondidos, descubrimos el verdadero paraíso, situado al sur de Ibiza, la pequeña isla de Formentera. Un destino único y cercano, el tesoro del mediterráneo, la más pequeña de las Islas Pitiusas nos ofrece experiencias inolvidables para todos los amantes de la tranquilidad, la naturaleza y el dolce far niente, bañada por aguas turquesas y cristalinas, en un entorno protegido, cuyo patrimonio natural nos traslada a una isla casi virgen.
El destino favorito para infinidad de visitantes, -durante los meses de verano-, es en primavera y otoño, especialmente los meses de mayo y octubre, cuando renace espléndida, reluciente, incluso misteriosamente calmada. Porque Formentera se convierte en aquel lugar mágico y paradisíaco, hipnótico y onírico que cualquiera anhela, tan próximo a nuestro día a día, a un pequeño paso que nos ayuda a escapar de la rutina para disfrutar y contagiarse del auténtico y sosegado modo de vida de sus casi 12.000 habitantes, aquellos afortunados que la disfrutan durante todo el año.
El lugar ideal para perderse y descubrir las 32 rutas verdes que recorren 100 km de caminos entrelazados, en su gran mayoría accesibles en bicicleta y así conocer y acceder a rincones imperceptibles desde la carretera convencional, para apreciar la isla desde otro punto de vista y explorar la Formentera más natural y genuina de la forma más respetuosa con el medio ambiente.
El destino perfecto para disfrutar en familia, entre sus aguas de colores indescriptibles, tranquilas y templadas, arena blanca y atardeceres de ensueño, alojados en una casa rural ubicada en el campo, en una típica construcción isleña enclavada en la Reserva Natural de Las Salinas o en un pequeño hotel urbano, siempre familiar, siempre encantador.
El escenario inmejorable para practicar deportes y actividades al aire libre, en tierra firme o bajo el mar, entre praderas de Posidonia, las responsables de la transparencia, limpieza y coloraciones del agua que baña Formentera. Submarinismo, windsurf, kayak o vela, las posibilidades son infinitas para vivir experiencias inolvidables.
O, sencillamente, el auténtico paraíso para aquellos que disfrutan de una gastronomía rica en matices, pasear por mercadillos de artesanos o deleitarse con los festivales de música que se celebran en la isla durante todo el año.
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