Lo que tu no sabes Héctor, es que todos y cada uno de los días del año haces cosas que nos permiten vivir a los demás. Que todas tus locuras -porque admite que la mayoría de las cosas que se te ocurren son auténticas locuras- rebosan vida.
Lo que tu haces no lo hace nadie, te sacrificas por gente que no conoces para ayudarla en todo lo posible, para ayudar a financiar las investigaciones que en un futuro (que esperemos no sea muy lejano) harán que un doctor le diga a su paciente: su enfermedad ya tiene cura. Ese día será el mejor día que cualquier persona pueda tener. Y en parte va a ser gracias a ti Gracias a tu lucha diaria, tu esfuerzo, tu bondad, tu nunca no puedo...
Te has ganado desde el primer minuto mi cariño, respeto, amistad, y todo lo bueno que se te ocurra.
Para mí lo que haces tiene un valor incalculable, y ojalá algún día alguien pueda devolverte todo eso que nos das a cambio de nada.
Desde que te conocí, ahora y siempre serás ese héroe del que ya te hablé varias veces. Estoy muy orgullosa de ti y de lo que haces. ¡Como una madre de orgullosa!
Yo creo en ti Héctor.
La manada sin ti no existiría