EL TREN NO SE DETIENE
Siente frío,
un frío que le invade su conciencia.
De sus manos
se escapan temerosos
los peces enjaulados
dejándolas desnudas.
Se aproxima veloz un tren.
Se escucha ya cercano su silbido
arropado por el humo de sus sueños.
Corre libre de ropajes
y un frío sideral
se apodera de su cuerpo.
Pasa el tren sin detenerse,
se aleja entre la niebla
y de nuevo su silbo cruza el aire
haciéndole perder la noción del tiempo.
Implacable la noche le sorprende
y un racimo de horas
cuelga ya del reloj de sus silencios.
Tiene frío, mucho frío.
Se abandona encogido en una esquina
de la gélida estación
para dormir una vez más despierto.
JJRME (Terly)