En septiembre de este mismo año te contábamos en el blog de Gretur Viajes el enfado y descontento de los viajeros mayores, los operadores de viajes, las aerolíneas, los restaurantes y, también, los hoteles y alojamientos turísticos. ¿Cuál era el motivo? El retraso con la adjudicación y la programación de los conocidos viajes del Imserso. La polémica ha vuelto a reavivarse a finales del mes de noviembre con las declaraciones de las uno de estos sectores, el hotelero. Este sector responsabiliza a la clase política española de los retrasos continuos, líos y errores en el calendario de programación del Imserso 2015-2016. Según el sector hotelero la mala gestión, planificación y entendimiento de los políticos ha provocado el desbarajuste de una de las iniciativas económicas más importantes para el importante sector turístico español, el Programa de Turismo Social programa de Turismo Social para Personas Mayores y Mantenimiento del Empleo en Zonas Turísticas, alias Imserso.Según Joan Molas, presidente de CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos), los retrasos, idas y venida del Imserso habrían provocado que el sector hotelero dejara de ingresar en sus arcas cerca de 4 millones de euros. Además - y según Molas - los retrasos y continuos errores de la edición del Imserso 2015-2016 ha provocado que muchos hoteles tuvieran que echar el cierre hasta que el tema se aclarase, un cierre que, por supuesto, repercutió en los empleados del establecimiento turístico, sus familias y las empresas que complementan al sector como lavanderías, mercados, fábricas de bebidas, servicios de taxis, floristerías, etc.
La nota positiva es que, según CEHAT, el usuario ha respondido rápidamente al lanzamiento final de la oferta del Imserso haciendo sus reservas y llenando, en poco tiempo, esas listas de viajeros que desean disfrutar de unos pocos días de vacaciones lejos de casa. Recordemos que el programa Imserso no solo busca promover el turismo social para las personas mayores, también es un programa fundamental para mantener el empleo en el sector del turismo en muchas regiones costeras y de interior de nuestro país; alojamientos turísticos, restaurantes, bares, cafeterías, museos… que llenan sus salas con los viajeros mayores durante la temporada baja invernal y que, con sus ingresos, evitan tener que echar el cierre, dejar en la calle a miles de empleados y acumular números en rojo en su cuenta de resultados.