¿Quien no conoce el perejil? Exceptuando la pastelería y la repostería, el perejil va con todo. Es originario del Mediterráneo y Asia Central. Ya en tiempos de Carlomagno y mas tarde en escritos de la abadesea Hildegarde, hay menciones de esta planta aromática. Los griegos lo usaban en sus rituales religiosos. Los romanos en cambio, lo empleaban en la cocina y para contrarrestar los excesos alcohólicos, muy presentes en sus fiestas. Ya en la edad media, se lo empleaba en hechizos y prácticas de magia. El perejil posee vitaminas y minerales que lo hacen muy beneficioso para la salud: proteje el hígado, es anticancerígeno (sobre todo en ciertos tumores de intestino y cerebro).
El perejil también es conocido por sus propiedades estimulantes de la digestión y los riñones, eliminación de toxinas, y la protección de los riñones contra la formación de piedras en este.
El perejil tiene propiedades antiinflamantes que ayudan con problemas de reumatismo y artritis.
Imposible concebir una salsa provenzal sin su presencia, y ni que hablar de las milanesas!A continuación proponemos una receta, donde si bien no es el ingrediente principal, su presencia realza el sabor notablemente.
Ranas a la crema de perejil frisado
Ingredientes
Muslos de rana: 24
Perejil: 50g
Echalotes medianas: 2
Manteca: 60g
Vino Blanco seco: 4 cucharadas.
Caldo de verduras: 6 cucharadas.
Crema de leche: 12 cucharadas.
Sal y Pimienta: a gusto
Harina: cant. necesaria
Aceite de oliva: 1 cucharadaPreparación
Limpiar las ranas y retirar los muslos. Reservar el resto de la rana.
Lavar, escurrir y picar el perejil. Pelar y picar finamente los echalotes.
Fundir 25g de la manteca en una cacerola grande e incorporar las ranas que hemos reservado y mitad de los echalotes. Cocinar a fuego suave durante 5 minutos, removiendo con cuchara de madera y cuidando de que no tomen demasiado color. Verter el vino y el caldo, llevar a ebullición y cocinar a fuego vivo durante 10 minutos.
Aparte, cocinar el perejil en agua hirviendo durante 5 minutos. Escurrirlo y pasarlo a otra cacerola. Agregarle el caldo de las ranas, colado y parte de la crema de leche, reservando 1 cucharada.
Hervir, licuar y colar. Volver al fuego, sasonar con sal y pimienta recién molida y añadir 10g de la manteca. Llevar nuevamente a ebullición y retirar de inmediato. Reservar.
Salpimentar los muslos de ranas. Con la ayuda de un cuchillo filoso, correr un poco la carne hacia atrás, descubriendo parte del hueso de los muslos (por donde se los sujetará al retirarlos del fuego). Humectarlas con la crema restante y pasarlas por harina. Dorarlas de ambos lados en una sartén con el aceite de oliva, a fuego vivo. Agregar el resto de los echalotes y de la manteca. Completar la cocción a fuego suave durante 5 minutos.
Distribuir la crema de perejil en cuatro platos soperos precalentados y ubicar 6 muslos de rana en cada uno, en el centro. Decorar con ramitas de perejil.