Se dice que este colorido talismán, tan extendido en nuestra sociedad, nos protege de las malas energías y de las personas que sienten celos, envidia o malos deseos. El ojo es el portal de nuestra alma y refleja nuestras emociones, por eso desde la antigüedad se inventaron amuletos como este.
El ojo turco es un legado del Imperio Otomano y su uso va a depender de lo que queramos proteger. Muchos lo cuelgan en las entradas de las casas, otros en sus negocios y la gente acostumbra a usarlos en el cuerpo con collares, pulseras o tobilleras.
¿Sabías que en Turquía cuando alguien va a ver a un recién nacido le lleva un ojo turco para protegerlo? Incluso una compañía de aviación comercial turca lleva el emblema en su coleta. Los hay de distintos materiales, pero el preferido es de vidrio porque cuando se llena de mala energía, se rompe.
¿Tú tienes alguno? Yo me acabo de comprar una tobillera con este talismán.