Dejando de lado lo mejor o peor que pueda ser esta miniserie, que se mueve en unos términos muy ajustados de calidad de producción y que peca de falta de ritmo en demasiados momentos, lo que realmente hay que valorar es su contribución argumental dentro del UCM. En este sentido aporta material de sobra para tener su razón de ser, con personajes ya conocidos junto a varios nuevos, en los que se indaga con acierto y cuya evolución es palpable y relevante, aunque se haga uso en exceso de las oportunas coincidencias, algo que la química entre Clint y Kate compensa parcialmente. Además, los poco más de cuarenta minutos de cada uno de sus seis capítulos hacen que no se haga pesada, finalizando la historia en el momento preciso.
Mi puntuación: 6/10