Retrocedamos hasta el año 2001. Antes de terminar la producción de Jurassic Park 3, Steven Spielberg ya tenía un nuevo enfoque para la franquicia que había sido su nicho de seguridad y moneymaker particular en los 90.
Al menos, eso contaba Joe Johnston por aquel entonces.
El infierno del desarrollo.
En 2002, Johnston iba a repetir como sustituto de Spielberg en la dirección del nuevo Jurassic Park. El estreno se programa para 2005.
En 2003, la película estaba siendo escrita por William Monahan, quien obtendría el Oscar unos años después por la excelente The Departed. Sam Neil repetía como protagonista, al igual que Jeff Goldblum y Richard Attenborough. La acción se traslada a Costa Rica.
En 2004, John Sayles, dos veces nominado al Oscar, reescribía a Monahan. Esta versión sería filtrada en Internet años más tarde y suponía un vuelco total a la franquicia. Alex Proyas se une al proyecto pero termina abandonando ese mismo año.
A partir de ese momento, la producción entra en un largo hiato del que solo se sabe, por boca de Stan Winston, que está siendo sometida a constantes reescrituras de guión.
En 2006, Joe Johnston y Jack Horner trabajan en una nueva versión. El primero vuelve a sonar como director pero en 2008 vuelve a estar descartado.
Jurassic Park IV comienza a salir del infierno del desarrollo en 2011. Spielberg anuncia que Mark Protosevich está escribiéndola y que él solo producirá.
Capturas low-res filtradas de un tráiler inédito de Jurassic World.
En 2012, Rick Jaffa y Amanda Silver son los nuevos guionistas sin que se sepa si están reescribiendo a Protosevich o es material original. En cualquier caso, Rise y Dawn of the Planet of the Apes son inmejorables cartas de presentación para este matrimonio de guionistas.
En 2013 se anuncia que el desconocido Colin Trevorrow será el director. Este reescribe el guión junto a Derek Conolly.
Todo lo relatado es un ejemplo típico de development hell hollywoodense. Tras una década de reescrituras de guion, pitchs y la búsqueda de un enfoque presuntamente refrescante, presentan ésto:
El Jurassic World que vamos a tener.
Lo que parece un Jurassic World tan estándar como previsible como aburrido. Sólo hay dos aspectos destacables. Chris Pratt, del que solo se puede añadir lo que Mugatu decía de Hansel en Zoolander.
EL momento del tráiler de Jurassic World.
Y la escena del mosasaurus que desayuna tiburones. Y ya. No faltan ni niños atemorizados por ruidos de dinosaurios acechantes. Dios, que pereza.
El gran pitch de la película es que hay un nuevo tipo de dinosaurio. Idea que ha estado en los guiones de Jurassic World desde la versión Sayles, al menos. Que es el momento en el que Jurassic World podría haber sido una película, al menos, diferente. Vaya que si.
Ese guión se filtró en Internet hace unos años, aunque no he podido localizarlo cuando lo he buscado. Lo que si he encontrado ha sido una detallada crítica del mismo en aintitcool.com.
La versión de Sayles, reputado escritor de dramones, se describe allí como puramente explotation, pero por aquí diríamos que es una ida de olla notable. Lo que ya la hace más interesante que el producto prefabricado que aparenta este Jurassic World que se avecina. Aintitcool le otorga otra gran virtud: no deja de pillar al espectador con el pie cambiado a lo largo de toda la lectura.
El Jurassic World que nuestros ojos no verán.
Jurassic Park IV arrancaba con los dinosaurios pisando suelo norteamericano tras dejarse ver por otras partes del continente. Continuaba con la ONU creando una fuerza especial para combatirlos e introducía al nuevo protagonista, el mercenario Nick Harris. Seguía con un enloquecido plan de John Hammond para terminar con la amenaza. La clase de plan CON dinosaurios que solo puede terminar mal. A continuación Harris regresaba a Isla Nublar donde se las veía con dinosaurios y mercenarios de Grendel Corporation. Esta es una Big Evil Corporation de manual que secuestra al protagonista, lo lleva a los Alpes y allí le presenta a quienes van a ser sus mejores buddies: una serie de nuevos dinosaurios creados por sus científicos en laboratorios.
Lo que sigue a continuación es descrito como "dinosaurios inteligentes y mercenarios al estilo Doce del patíbulo, en armadura de combate, asesinando traficantes de drogas y rescatando niños". Una imagen ilustrativa de la locura que suponía el guión de Sayles.
El Jurassic Park IV de John Sayles suena un poco como ésto.
Bueno, esto lo escribe un tipo con dos nominaciones al Oscar por sendos dramas, pero del que también pueden rastrearse sus origines hasta películas de Joe Dante como Piraña y Aullidos y al que personalmente concedo más crédito que a los últimos guionistas acoplados al proyecto. Y aunque la primera vez que escuche la idea una secuela con "dinosaurios con pistolas" me pareció una insensatez, al menos no se imagina tan mortalmente aburrido como "el parque jurásico abre sus puertas y una nueva atracción se desmelena. Otra vez."
¿Exagero? Dejemos que el Sr. Trevorrow aumente el hype contando como se justifica la incorporación de dinosaurios creados en laboratorios a la franquicia?
"No hay escasez de dinosaurios (reales) alucinantes. Podíamos haber llenado la historia con nuevas especies que no han estado en ninguna de las otras películas. Pero esta nueva creación es la que me dio una razón para contar otra historia de Parque Jurásico. Tenemos las más asombrosas criaturas que han caminado sobre la Tierra en frente de nosotros, pero por algún motivo no es suficiente. Estamos siempre hambrientos por lo que va a venir y los que se benefician de ello están dispuestos a satisfacernos. Los grupos de estudio ?focus groups- quieren algo más grande que el T-Rex. Y eso es lo que les vamos a dar. "