Como muchos otros críos de los 70, me enamoré del cine cuando ví La Guerra de las Galaxias.
Después vino El Imperio Contrataca. Recuerdo que cuando terminó la proyección no podía salir de mi asombro. ¿Han Solo congelado y secuestrado?¿Vader y Luke son familia?¿el héroe mutilado? ¿Y la película termina aquí? ¿De verdad?
El Retorno del Jedi. Pero no fue eso lo que encontré:
¿Luke y Leia eran ahora hermanos después de dos películas tonteando y poniéndose ojitos? ¿El legendario Han Solo se pasa media película ciego, haciendo charlotadas y ni siquiera pilota el Halcón Milenario? ¿Otra jodida estrella de la muerte? ¿Cómo es posible que un personaje tan icónico como Vader tenga un jefe diabólico tan moñas como El Emperador? ¿Después de haber destruido planetas enteros, asesinado miles de millones de vidas, torturado a tu hija y mutilado a tu hijo y verlo caer hacia su muerte? ahora te rajas, Vader? ¿Pero que coño es esto?
Tenía solo doce años pero no podía sentirme más estafado.
Lucas había cambiado. En alguna ocasión leí que fueron las tremendas dificultades de producción en The Empire Strikes Back las que llevaron a Lucas a apostar sobre seguro en su segunda secuela. Pero semejante colección de soluciones narrativas perezosas y despropósitos argumentales con los que "cerrar" la historia indicaban cambios más profundos en el creador de la serie.
El próximo juguete de millones de niños en todo el mundo.
El público no se quiso dar por enterado entonces. A fin de cuentas, concluía una historia épica y ahí estaban todos los protagonistas. El Retorno del Jedi podía aspirar legítimamente a unas migajas de grandeza cinematográfica.
En los 90, 15 años después, Lucas recuperó la saga. Y ya hasta el fan más believer tuvo que rendirse a la evidencia.
Los Episodios I, II y III son lo que son y no hay mucha discusión al respecto. Después de hundir la reputación de la saga con la mediocrísima nueva trilogía, Lucas vendió el invento a Disney por, creo recordar, 4.800 millones de dólares Gracias a Dios. Al menos, la franquicia estaba a salvo de su peor enemigo.
Obviamente el plan de Disney es amasar ingentes cantidades de dinero que superen con mucho a lo que pagaron a Lucas. Y eso pasa por comercializar la marca en una multitud de productos y formatos. Pero entre todos ellos el pilar básico continúa siendo la serie cinematográfica. Ahí se fundamenta todo.
Afortunadamente, nadie ha considerado necesario tunear los viejos X-Wing. Nadie, Lucas.
Tras cuatro mediocres filmes de Star Wars, uno piensa que casi cualquier cosa será más potable que lo que hemos visto desde 1983. La elección de J.J. Abrams no me pareció desacertada. No soy precisamente un fan de Lost, pero sí me parece que realizó un buen trabajo actualizando Star Trek.
Hoy, Internet ha recibido con los brazos abiertos el primer teaser tráiler de Star Wars: El Despertar de la Fuerza.
Sorprendentemente, ha conseguido emocionarme. Sólo una docena de planos que sugieren muchas cosas, se aproximan al espíritu de la trilogía original y culmina en un glorioso travelling alrededor del Halcón Milenario que pulsa todas las teclas adecuadas de nostalgia.
Esto se parece más a lo que esperaba encontrarme en el cine a los doce años.