El aura es la imagen de nuestras radiaciones energéticas. Todo ser tiene un aura; desde las piedras a las plantas, los animales o humanos, cada uno de los seres emite vibraciones diferentes.
El aura constituye una especie de "escudo psíquico", un campo de energía que traduce nuestro estado físico y mental, pero que además nos protege de las malas vibraciones exteriores.
La salud del aura se evalúa observando los colores que la configuran y que predominan en ella. Gracias a ellos, podemos conocer el estado de nuestra salud física y espiritual.
Los colores del aura
Existen siete diferentes colores que puede adquirir nuestro aura:
ROJO: La persona sufre un bloqueo que le impone su propia negatividad. Puede reaccionar de forma depresiva o agresiva. Este color indica problemas de salud. Los síntomas son pérdida de energía física y psíquica; fatiga crónica, depresión, agresividad.
NARANJA: Indica una exacerbación de las emociones. Así, la persona padecerá por los excesos de sus sentimientos y será atacada por celos, envidia, fobias y obsesiones diversas, además de tener problemas serios de salud.
AMARILLO: Señala una baja energética, aunque en menor grado. Los síntomas pueden ser ansiedad que se extiende en el tiempo y provoca hiperactividad o inquietud. Con respecto a la salud, está señalando la presencia de síntomas psico-somáticos derivados del estrés.
VERDE: Su valoración depende de la tonalidad. Un verde apagado señala preocupaciones, mientras que un verde brillante indica pensamientos positivos y, por lo tanto, buena energía. No hay problemas de salud.
AZUL: El color del buen aura. Hay una pérdida natural de energía que responde a los avatares cotidianos, pero destaca la armonía con que la persona enfrenta los conflictos de la vida. Además, indica una serie de sentimientos muy positivos como: altruísmo, seguridad, relajación, protección e inteligencia. Señala también que la persona está en camino de evolucionar espiritualmente.
ÍNDIGO: Superior en cualidades energéticas al anterior, es muestra de armonía, superación, intuición, gran capacidad de percepción y comprensión de las emociones y del espíritu. La persona vibra con altas frecuencias espirituales y puede tener capacidades místicas.
VIOLETA: Es el color de la conciencia cósmica superior y de la transformación de lo material en espiritual. Hay una pérdida mínima de energía y la persona conecta con las fuerzas primordiales captando sus mensajes. Puede tener capacidades extrasensoriales, poderes sanadores y la habilidad de enseñarlos.
Como ver el auraEn el siguiente vídeo se explica muy claramente tres ejercicios para poder ver el aura.