Edgar Müller (también escrito Mueller) es un artista alemán, maestro en una técnica pictórica llamada “anaformismo”, que consiste en engañar a la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos. Esta es la especialidad de este artista callejero.
Nacido en 1968, a los 16 años se presentó por primera vez en una competencia internacional. A los 19 ganó el primer premio con una reproducción de Caravaggio, “Jesús de Emmaus”. A través de estas competencias obtuvo una fama que lo llevó a recorrer Europa y, también, consiguió el título de “maestro madonnari” que muy pocos artistas han conseguido.
Müller organiza festivales para que participen los artistas que se dedican a esta original manera de expresarse, y ayuda a difundirlos. Suya es la “culpa” de que las calles de muchas ciudades luzcan asi:
Autodidacta, Müller es un gran admirador de Kurt Wenner y Julian Beever. La técnica que utiliza se denomina anaformismo, aunque vulgarmente también se la conoce como “trampantojo” “trampa ante el ojo”, o “trompe l’œil”, expresión francesa que significa “engañar al ojo”. Con esta técnica se engaña a la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos y buscando sobre todo el efecto tridimensional.
Los “trampantojos” suelen ser pinturas murales realistas creadas deliberadamente para ofrecer una perspectiva falsa. Pueden ser interiores (representando muebles, ventanas, puertas o escenas más complejas), o exteriores sobre el pavimento y simulando precipicios.
En este video grabado en 2008 en el Festival Mundial de la Cultura, se ve el proceso creativo que le lleva a crear la ilusión optica de una grieta de hielo, jugando con la profundidad, el color y el volumen de la pintura: