Dos pelis de Colin Firth y Rupert Everett
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal el finde? Espero que genial. Aquí hemos combinado algunas lluvias con temperaturas de verano, así que lo hemos aprovechado a tope.Hace tiempo que no comparto una entrada de Dos pelis de...
Tenéis algunas en el blog, por ejemplo dos pelis de Carey Mulligan, dos pelis diferentes, dos pelis de Zoe Kazan, dos pelis de Jake Gyllenhaal, dos pelis de Roger Spottiswode, dos pelis de Rebecca Hall, dos pelis de Giuseppe Tornatore, dos pelis de Woody Harrelson, dos pelis de Lauren Bacall, entre muchas otras.
Pero hoy vengo con dos de mi actor faorito en el mundo, de mi futuro marido desde que lo vi y veo cada cierto tiempo en la serie Orgullo y prejuicio de la BBC: Colin Firth. Y añado a Rupert Everett, que también me encanta. En esta ocasión hay un nexo en común, uno de mis autores favoritos: Oscar Wilde. Y ahora, sin más rollo, empezamos.
La importancia de llamarse Ernesto
Leí el libro en la adolescencia, y repetí años después. La primera vez, al ser tan joven, no capté los matices que pude observar después.
La adaptación, en mi modesta opinión es buena. Colin Firth es un acierto cuando se trata de papeles de época, y Rupert Everett siempre complementa las actuaciones de sus compañeros.
El argumento es muy conocido, en 1890, en Gran Bretaña, Jack Worthing, Colin Firth, es un respetable caballero que vive en el campo, y es el protector de la bonita Cecil Cardew, interpretada por Reese Wirtherspoon, de la cual espero hacer esta sección.
De vez en cuando el respetable señor Worthing se escapa a Londres y se hace pasar por su hermano imaginario, un tal Ernesto. Y le acompaña en sus locuras Algy Moncrieff, Rupert Everett. Y a partir de ahí empiezan los enredos, Ernesto quiere casarse con una prima de Algy, y Algy pretende a la bella Cecil.
Si habéis leído la obra, sabréis que es una especie de comedia de enredo del siglo XIX, con la maravillosa prosa de Oscar Wilde.
El elenco es estupendo, la ambientación está muy lograda y es una obra ideal para pasar una tarde, o una noche, entretenida.
La peli, por cierto, es de 2002, aunque yo volví a verla unas tres o cuatro veces más en este tiempo.
La importancia de llamarse Oscar Wilde
Esta es mucho más triste y dura, en especial para las personas que admiramos al autor. Es de 2018, el guion y la dirección son de Rupert Everett y ha sido muy premiada.
Nos trasladamos a los últimos tres años de vida del autor. Oscar Wilde es interpretado por Rupert Everett. El nexo narrativo que utiliza para contar la historia es uno de mis cuentos preferidos, y también de mi hermana, "El prícipe feliz", que en realidad es el título de la película en inglés. Vemos a Oscar contando el cuento a dos niños, y es el hilo conductor de la historia.
En este caso el autor que un día fue el más famoso de Londres, desde la pobreza y los bajos fondos, desde el exilio en Francia y desde las penurias, repasa su vida, o al menos una parte de ella.
Conoceremos a su esposa, que sufrió por un marido que jamás debió casarse con ella. A su amante Lord Alfred Morgan. También tuvo un amigo fiel, Reggie Turner, magníficamente interpretado por Colin Firth.
La interpretación de Rupert es espléndida, tanto en el aspecto visual, ya que se parece mucho a las famosos fotos del autor que todos hemos visto con media melena negra y capa, como en la voz, los gestos y el alma, porque es un personaje con alma. Con pecados (para la época) y con un peso en las entrañas, pero tiene alma.
Hay partes muy duras, esa agonía en la que vuelven a la mente los errores del pasado, esa pobreza en la que murió, y también refleja esos últimos instantes en los que se rumorea que pudo convertirse al catolicismo antes de morir. Hay serias dudas, ya que, cuando pidió ir a un retiro espiritual al salir de la cárcel y de los trabajos forzados, por el "grave delito" de ser gay, dicho retiro se le fue denegado y él sufrió mucho por esto. Pero amos, que se supone que se convirtió cuando agonizaba y apenas podía ya ni pensar. Imagino que el miedo a la muerte nos acaba llegando a todos.
La historia va terminando mientras él narra el final del cuento, y está todo muy bien enlazado.
Colin Firth, como siempre, está impecable, con un punto ingenioso e inteligente, pero aquí todo el protagonismo se lo merece Rupert.
Para terminar, os diré, que al final de la película nos dicen que Oscar Wilde fue indultado por ser homosexual en 2016. Sin comentarios.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Muchas gracias a todos por leerme y nos vemos el miércoles con algún truco.
Muy feliz semana.