Hace ya bastantes años decidí hacer de la lectura una prioridad en mi día a día. Leer se ha convertido en un hábito que casi sin darme cuenta practico cada mañana, mientras desayuno, y cada noche, durante una horita antes de irme a dormir. A lo tonto, dedicar entre una y dos horas al día a la lectura da para leer un buen puñado de libros al año, y como me gusta leer en papel soy bastante selectiva a la hora de elegir qué leo para no dejarme un riñón en libros. Me encanta llenar la estantería de títulos que me aportan felicidad, como diría Marie Kondo.
Antes cogía muchos libros de la biblioteca. Ahora, aunque de vez en cuando sigo yendo a la biblioteca, prefiero que los libros sean míos... sobre todo si intuyo que los voy a subrayar y a llenar de post-its. Más de una vez he devuelto un libro a la biblioteca llena de pesar porque lo había adorado y quería quedármelo para volver a releer mis párrafos favoritos, así que para ahorrarme "disgustos" de este tipo soy cliente estrella de las librerías de segunda mano de Zaragoza.
Comprar libros de segunda mano es bueno para el medio ambiente y para tu bolsillo. Se fomenta la economía circular y, además, los libros que adquieres vienen con una historia oculta detrás. Me encanta mirar la fecha de publicación, la firma de un antiguo dueño en la contraportada y rebuscar entre las páginas papelitos inesperados (he encontrado billetes de tren, tickets, tarjetas-calendario,...)
En mi ciudad hay unas cuantas tiendas de libros de segunda mano. Me puedo tirar horas buscando tesoros entre las estanterías; a veces tengo suerte y encuentro dos o tres títulos de mi wishlist de golpe, otras veces me marcho con las manos vacías. Siempre miro la zona de "recién llegados" porque suele haber ejemplares jugosos que, si no los coges, vuelan enseguida (¡he llegado a encontrar libros en perfecto estado, de publicación reciente y a un precio cinco veces más bajo que el libro nuevo!).
Re-read. La re-read o "librería lowcost" es un franquicia de librerías de segunda mano donde todos los libros tienen el mismo precio (tres euros o menos, dependiendo de la cantidad que compres). Están en muchas ciudades... ¡en Zaragoza tenemos dos y me encantan! Además, si buscas un libro en concreto, a través de la página web puedes crear alertas para que te avisen por correo electrónico cuando lo tengan.
La principal ventaja de visitar librerías de segunda mano es, para mí, el placer de poder tocar el libro antes de comprarlo. Por no hablar de que el hecho de perderte entre estanterías repletas de libros usados ya es toda una experiencia. Compre o no algún ejemplar, siempre salgo de estas librerías con el corazón contento
Otra opción es comprar libros de segunda mano online a través de Iberlibro. Iberlibro es una "tienda de tiendas" donde librerías de todo el mundo ponen sus libros a la venta –tanto nuevos como usados–. Puedes encontrar prácticamente cualquier cosa; ejemplares firmados por el autor, postales, fotografías antiguas, libros descatalogados o primeras ediciones de novelas clásicas a precio de oro.
Iberlibro me gusta, sobre todo, para comprar libros en inglés. Concretamente, en la librería Reuseabook, de Gloucester, tienen fantásticos libros a muy buen precio (de tres a cinco euros con gastos de envío a España incluidos)... y, aunque comprar libros usados online tiene el inconveniente de que no puedes ver cómo es el libro hasta que te llega, lo cierto es que a mí siempre me ha sorprendido para bien. Algunos libros usados parecen literalmente nuevos, y aquellos que tienen la sobrecubierta envejecida o la portada doblada suelen indicarlo así en la descripción para que te hagas una idea de que el libro no va a llegar intacto.
También en Iberlibro, me gusta mucho la librería Alcaná. Tiene, además, página web propia y tienda física en Madrid (que pienso visitar en mi próxima escapada a la capital, jajaja). Los libros llegan a la velocidad de la luz, en perfecto estado y envueltos con mimo en papel de regalo... ¡un detalle adorable que marca la diferencia!
Aunque compre casi todos los libros de segunda mano, también voy a las librerías normales. Seamos sinceros, los libros recién publicados o de alta demanda son prácticamente imposibles de encontrar en librerías de viejo. No queda otra que comprarlos nuevos o cogerlos de la biblioteca. Si es un libro de no ficción o una novela que presiento me va a gustar muchísimo y la voy a llenar de anotaciones, me lo compro. Si no, lo busco en la biblioteca o lo pido prestado.
Por último, quiero recalcar lo importante que es dejar ir y no acumular libros que no te aporten. Si un libro no me ha gustado o, aunque sí lo haya disfrutado, sé que no voy a volver a él, lo vendo en Wallapop para dejar espacio en la estantería a otros libros que sí quiero tener.
No hay necesidad de tener la estantería abarrotada de libros cogiendo polvo. Lo verdaderamente bonito de leer en papel es ir creando, poco a poco, tu propia biblioteca con libros que tengan un significado especial para ti.
Dime, ¿sueles comprar libros de segunda mano? ¿Dónde?
¿Qué vas a hacer con tu hora extra del fin de semana?
PD: Si quieres seguir más de cerca mis lecturas, te recuerdo que puedes encontrarme en Goodreads y en Instagram, donde suelo publicar contenido sobre libros con el hashtag #lecturasmelituca.