Mirad qué vistas desde donde estábamos sentados...
Nada más llegar nos recibieron con una cerveza belga macerada con cerezas (Timmermans Kriek Lambicus), fresquita y dulce, un buen aperitivo:
El primer plato que nos sirvieron fue un crujiente de bacalao, que casaba muy bien con esta cerveza para empezar nuestra cena:
Eran unas bolsitas con relleno de pasta de bacalao, similar al de las croquetas. Después comenzamos a cenar, y el primer plato consistió en foie (me encanta), con queso por encima (tipo un sandwich, pero en elegante claro):
Para este plato, tomamos un vino blanco (Nuviana, chardonnay, IGP Valle del Cinca), que nos siguió acompañando durante el siguiente: carpaccio de gambas.
A mí este plato me encantó. Probablemente el mejor de todos los que comimos: gambas crudas con aceite, verduritas (calabacín, zanahoria, cortadas en dados muy pequeños), parmesano y una vinagreta...se me hace la boca agua de recordarlo. ;)
Después pasamos al pescado: "suquet" de rape, maridado con un vino rosado (Murviedro, D.O. Valencia). Yo no soy muy de vinos rosados, he de decirlo. Aunque aquí estaba dispuesta a probar todo lo que nos sacaran claro, ¡¡que para eso ellos son los expertos!! Aquí tenéis el plato:
Tienen una pinta impresionante, la verdad. Y estaba muy bueno también...aunque como siempre comparto con vosotros, yo soy de carne. ¡¡Carnívora siempre!! Eso no quiere decir que no me guste el pescado ni mucho menos, pero sinceramente, con el siguiente plato disfruté mucho:
La carne estaba muy buena, y la salsa también. Y el tinto con el que nos tomamos este plato fue Rebel·lia, de la D.O. Utiel-Requena, que me pareció un vino muy bueno. Me gustó la verdad...siento no poder daros más detalles pero es que estaba todo el rato preguntando a la camarera cuáles eran los vinos y apuntándomelos para poder contároslos después...y no me quedé con la añada, aunque sí que sé que este vino está hecho de tempranillo, garnacha tintorera y bobal.
Aquí tenéis fotos de los vinos (y en la última salgo yo de regalo porque se me olvidó hacerle una foto a la copa jajaja):
Una de las cosas que más me gustaron, si me vais leyendo ya sabéis que soy muy panera, es que teníamos una gran variedad de panes para elegir: de tomate, de pasas y nueces, vienés, blanco, integral, etc. Y yo probé unos cuantos...
De postre nos sacaron un sorbete de mojito que ya no pude ni acabarme (tanto pan, tanto pan...):
Al final, un té rojo (manías de la rubia) y a seguir la noche con unos gins en Villa del Mar (Benicàssim), cerquita del Voramar.
Como veis fue una cena especial, ya que no nos la podemos permitir todos los fines de semana, pero tenía ganas de ver lo que nos tenían preparado y no defraudó. Como nota negativa diría que la persona que nos atendió no tenía ni idea de los vinos que nos estaba poniendo, y creo que no acertó ni uno (menos mal que me quedé con los nombres), no cuesta nada leerse la etiqueta antes de servirlo, por si acaso el cliente está interesado en saber la procedencia, añada, nombre...y no inventárselo sobre la marcha (y cambiar de discurso a los 5 segundos). Para un restaurante como el Voramar me parece, cuanto menos, llamativo.
Nada más que contaros, feliz lunes y ¡bon profit!
PD: Agradecer la santa paciencia de mi novio, soy muy pesada con las fotos a platos y vinos. :) ¡¡Pero es que si no luego no os lo puedo contar!!! :)