El Ponte Vecchio es el puente de piedra más antiguo del continente europeo que queda en pie. Atraviesa el principal río de Florencia, el Arno, en su parte más estrecha. El puente original era de la época romana, probablemente del siglo I AC, y estaba construido en piedra y madera, en el mismo lugar donde se levanta el actual. Hasta el 1218 era el único puente que cruzaba el río Arno.
Fue destruido por una inundación en 1117 y reconstruido en 1170, en piedra, con 5 arcadas.
También este puente fue destruido por una inundación, en 1333. El puente volvió a levantarse y se terminó de construir en 1345, con un diseño muy innovador para la época que, se cree, perteneció a Taddeo Gaddi y Neri Fioravanti. El diseño era de tres arcadas, sobre las cuales se levantaban dos pórticos y dos hileras de tiendas, el alzado de los arcos van de 3,5-4,4m. La luz del arco principal es de 30m y la del otro par de 27m.
Fue concebido como puente-mercado con filas de tiendas a los dos lados. Se caracteriza por las casas y locales comerciales colgantes.
En 1495, las tiendas se vendieron a privados que, para agrandarlas, cambiaron la estructura original del puente añadiendo habitaciones que sobresalen sobre el río, sostenidas por puntales de madera. En 1565, el arquitecto Giorgio Vasari, por voluntad de Cosme I, construyó el "Corridoio Vasariano" (el Pasillo de Vasari), en tan sólo cinco meses: es una estructura-pasillo, de más o menos un kilómetro, que va por encima de la ciudad y que une Palacio Viejo, el centro político de la ciudad, con Palacio Pitti, que era la residencia de los Médicis, pasando por la Galería de los Oficios, el “Lungarno Archibusieri”, sobre las tiendas del lado este de Puente Viejo y alrededor de la torre “dei Mannelli”.
El Puente de los Orfebres y de los Joyeros
Las tiendas eran de pescaderos, carniceros y curtidores hasta que Ferdinando I, que no soportaba los olores desagradables bajo las ventanillas del Pasillo de Vasari, ordenó que se las entregaran a joyeros y orfebres. Desde entonces, en el puente sólo hay maravillosas y pequeñas joyerías. En el centro del puente, hay un monumento a Benvenuto Cellini, el orfebre florentino más famoso. En esa misma época se construyó un corredor en la zona este del puente para unir los palacios Vecchio hasta y el Pitti, se le conoció como el Corredor Vasariano
Puente Viejo tuvo un papel fundamental en la II Guerra Mundial: lo visitaron Hitler y Mussolini en 1939; durante la retirada alemana de 1944, era el único puente de Florencia que el fuego alemán no había destruido y, sobre todo, permitió a muchos florentinos, disidentes políticos y judíos, que se pusieran a salvo.
Los candados del Ponte Vecchio
Dice una leyenda que la pareja que ata un candado a alguna parte de la estructura del Ponte Vecchio y tira la llave al Arno tendrá garantizado el amor eterno.
Tan romántica leyenda llevó a que, durante años, muchas parejas quisieran inmortalizar su amor de este modo. Quien haya visitado Florencia hace un tiempo habrá disfrutado de este curioso espectáculo. Lamentablemente, tanto amor fue demasiado para el Ponte Vecchio, cuya estructura comenzó a dañarse por el peso. La mayoría de los candados debieron ser retirados y, actualmente, esta práctica está prohibida.
GALERÍA DE LOS UFFIZI
Cuando en el siglo XVIII la dinastía de los Médicis se extinguió, las piezas de arte serían trasferidas a Viena porque el ducado florentino pasó a ser del dominio de Austria. No obstante, la duquesa Ana María decretó que está colección permanecería en Florencia como donación al pueblo florentino. Esta decisión originó uno de los primeros museos como los concebimos en el mundo moderno. En principio, para el siglo XVI, la galería se abría a quienes visitaban y solicitaban ver la colección. Ya para el año 1765 se abrió de forma oficial como museo. La Galería Uffizi tiene una superficie de aproximadamente 17.000 m². La construcción del palacio abarcó los años 1560 a 1581. Como museo abierto al público se inauguró en 1765. Entre las tantas piezas de arte que la Galería Uffizi tiene, se encuentran algunas obras especialmente famosas. Por ejemplo, El Nacimiento de Venus por Botticelli, la Adoración de los Magos pieza que no acabó Leonardo da Vinci (Museo Leonardo da Vinci), o La Anunciación también obra de da Vinci, La Venus de Urbino por Tiziano y la Virgen del jilguero de Rafael
El origen de la Galería de los Uffizi, uno de los museos más grandes del mundo, se remonta a 1560, cuando Cosme I de Médicis encargó a Giorgio Vasari un proyecto para la construcción de un gran edificio con dos alas, "sobre el río y casi en el aire", destinado a albergar la oficinas administrativas y judiciarias (Uffizi) del Estado florentino. También se debe a Vasari la construcción, realizada cinco años después, de una galería sobrealzada que, pasando sobre el Puente Viejo y la iglesia de Santa Felícita, une los Uffizi con la nueva residencia de los Médicis de palacio Pitti y termina en los Jardines de Bóboli. El núcleo originario de la Galería fue creado por Francisco I, hijo de Cosme, quien, después de haber transformado la última planta de los Uffizi en un lugar donde poder pasear, con pinturas, estatuas y otras cosas preciadas, le encargó a Buontalenti la realización de una "tribuna" en la que se reunieron decoraciones y obras de arte.
Al mismo arquitecto se debe la construcción del teatro de los Médicis, realizado en 1586 en las actuales primera y segunda plantas del ala este del museo. Fernando I, hermano de Francisco, hizo transformar en 1589 la terraza situada cerca de la tribuna en un espacio cerrado que se convirtió en la Logia de las Cartas Geográficas. En el extremo de la otra ala de la Galería se creó un jardín colgante, creado sobre la logia realizada por Andrea Orcagna.
Actualmente los Uffizi albergan un patrimonio artístico inmenso formado por miles de cuadros que abarcan desde la época medieval hasta la moderna, un gran número de esculturas antiguas, miniaturas y tapices. Es célebre la colección de autorretratos que se incrementa constantemente con el paso del tiempo, incluso mediante adquisiciones y donaciones de artistas contemporáneos, y a la que se añade otra importante colección, la del Gabinete de Dibujos y Grabados.
Las colecciones
Las colecciones de los Uffizi tienen una historia que, a través de más de cuatro siglos, se interseca con la del conjunto de la cultura florentina. Las primeras colecciones de los Médicis constituyen el núcleo originario de la Galería, pero la dedicación al mecenazgo caracterizó a los gobernantes de Florencia, en general, y sobre todo a los Médicis a lo largo de los siglos. Ya en el siglo XIV se observaron casos de mecenazgo gracias a la creciente importancia de las corporaciones mercantiles: el Arte del Cambio (el gremio de los banqueros) le encargó a Orcagna la realización del Tríptico de San Mateo para su sede en Orsanmichele, el Arte della Mercanzia (el gremio de mercantes) le pidió a Piero Pollaiolo y posteriormente a Botticelli una serie de Virtudes para la Sala de Audiencias de su propio edificio.
A principios del siglo XV se remonta el encargo que hizo el rico y culto Palla Strozzi a Gentile da Fabriano de realizar la Adoración de los Reyes Magos. Cosme I también se convirtió en protector de artistas originales como Fra Filippo Lippi y encargó la realización de obras de notable significado moral y político como la Batalla de San Romano, de Paolo Uccello.
En el siglo siguiente, el mercante Angelo Doni le encargó a Miguel Ángel su obra maestra pictórica, la Sagrada Familia con San Juan Bautista niño (más conocido como Tondo Doni), mientras que Rafael pintó para otro mercante, Lorenzo Nasi, la The Virgen del jilguero. Las colecciones se enriquecieron con nuevos elementos también gracias a regalos matrimoniales o herencias recibidas por los grandes duques. De esa manera Fernando I recibió como regalo del cardenal Del Monte la Medusa de Caravaggio y Fernando II, en el siglo XVII, entró en poder del díptico de Piero della Francesca y de la Venus de Urbino de Tiziano, gracias a su matrimonio con Vittoria della Rovere.
En el siglo XVIII, en especial durante el reinado del gran duque Pietro Leopoldo (1765-1790), se compraron las pinturas más antiguas y se organizó el núcleo de pintura francesa. Durante todo el siglo XIX se prepararon nuevas salas y la pinacoteca siguió ampliándose con obras importantes, entre las que se destaca el celebérrimo Nacimiento de Venus, de Botticelli, que se conserva en los Uffizi desde 1815, y la Anunciación de Leonardo de Vinci, en 1867. La adquisición definitiva de la Primavera, la espléndida obra de Botticelli realizada hacia 1482, se remonta a 1919.
El siglo XX ha aportado numerosas transformaciones en la distribución de las obras y restauraciones, además de la reciente adquisición definitiva de la colección Contini Bonacossi.
Las obras que no puedes perderte
Actualmente el museo cuenta con 45 salas en dos pisos y, aunque todas merecen una visita, hay algunas que son imprescindibles.
Salas 10 a 14 - Botticelli
en estas salas se pueden ver las obras más famosas de Botticelli, como la Alegoría de la Primavera, de 1482, y el El nacimiento de Venus de 1484, dos obras con un enorme contenido simbólico que aún no ha sido completamente descifrado.
Sala 35 - Miguel Ángel y los Florentinos
En esta sala se exhiben famosas obras de Miguel Ángel, como el Tondo Doni, de 1506/1508. Es la única pintura de Miguel Ángel que se puede ver en Florencia. Esta obra y otras de esta sala pertenecen al Renacimiento tardío, que desembocó en el movimiento Manierista, al que también adhirieron Leonardo y Rafael.
Sala 66 - Rafael
Rafael vivió en Florencia entre 1504 y 1508. Una de las obras de este período es la famosísima Virgen del Jilguero. También se exhiben un Autorretrato del artista y el célebre retrato del hijo de Lorenzo de Medici, Papa León X con los Cardenales Giulio de Medici y Luigi deRossi.
Otras obras que no puedes dejar de ver: Virgen de Todos los Santos (Giotto), Anunciación (Simone Martini), Adoración de los Magos (Gentile da Fabriano), Virgen con el Niño y dos ángeles (Filippo Lippi), Venus de Urbino (Tiziano), Baco (Caravaggio).
Salas
En el primer piso se encuentran:
– La sala de muestras temporales.
– La Sala de Caravaggio con tres pinturas importantes: Medusa, Baco y El Sacrificio de Isaac, junto a tres salas más con pinturas de artistas inspirados en Caravaggio.
– Salas de pintura dedicadas a Raphael, Pontormo, Bronzino, Rosso Florentino, Andrea del Sarto, Giorgio Vasari y Alessandro Allori.
– Sala de pintura del s. XVI.
– Sala del mármol helenístico.
– Sala de pintores españoles de los siglos XVI a XVIII: Diego Velázquez, Francisco de Goya, Antonio de Peredo.
– Sala de pintores holandeses de los siglos XVII y XVIII, diferenciando de Ámsterdam (Rembrandt), Leiden, La Haya, Delft, Rótterdam, Haarlem y Utrecht.
– Sala de pintores flamencos del s. XVII.
– Sala de pintores franceses del s. XVII y del s. XVIII.
- Sacrificio de Isaac de Caravaggio
En el segundo piso:
– Vestíbulo de entrada.
– Corredor este, siendo la parte más antigua donde se ubican los retratos de los hombres ilustres de la Colección Júpiter y los retratos de los Medici.
– El Gabinete de Miniaturas.
– El Segundo Corredor con frescos y estatuas desde donde se obtienen fantásticas vistas del río Arno y se ve el acceso al Corredor de Vasari.
– El Corredor oeste con pintura y escultura.
– El Stanzino de las matemáticas con instrumentos científicos.
– La Tribuna.
– Salas dedicadas a Botticelli, Tiziano, Bassano, Tintoretto, Leonardo da Vinci, Filippo Lippi, Antonio y Piero de Pollaiuolo, Signorelli.
– Salas dedicadas a obras florentinas del s. XIV, al gótico internacional, al primer Renacimiento, a pintores alemanes del s. XVIII, a pintura italiana y europea de los siglos XVII y XVIII, a pintura veneciana.
Corridoio Vasariano (Corredor Vasari)
El Corredor Vasariano, es uno de los lugares populares de Florencia. Se trata de una galería elevada para que el Gran Duque pudiera moverse libremente entre su residencia, el Palacio Pitti, y el palacio de gobierno. Sobre el puente se sitúan unas ventanas con vistas al Arno. En la parte de la Galería de los Uffizi el corredor se utiliza como parte de la galería y se exhiben retratos de la familia Medici. Ya del otro lado del río, sobre la logia de la Iglesia de Santa Felicita, la galería tiene un balcón desde donde la familia ducal podía ver las celebraciones.
En 1549, Cosimo I de Medici, segundo duque de Florencia, compró el Palazzo Pitti -considerado en su momento el palacio más lujoso de Europa, al menos hasta que se terminó Versalles en Francia-. Para evitar tener que atravesar el Ponte Vecchio -que en el siglo 16 era zona de carniceros y curtidores- al ir desde su nuevo hogar a cualquiera de las oficinas de la administración en los Uffizi o el Palazzo Vecchio -su antigua casa-, el Duque optó por una ambiciosa solución, encargando la construcción sobre un lado del Ponte Vecchio de un pasaje elevado de más de 1 kilómetro de largo, que atravesaba también el balcón superior de la iglesia de Santa Felicita. Actualmente el pasaje alberga una de las colecciones de autorretratos más importantes del mundo, con más de 1.000 pinturas desde el siglo 16 hasta nuestros días, incluyendo artistas como Rembrandt, Rubens, Velázquez y Chagall. Visitarlo no es una tarea sencilla, ya que se encuentra cerrado al público en general. Sólo se permiten excursiones con reserva especial a través de operadores privados, en pequeños grupos que son permanentemente acompañados por personal de las Uffizi, durante las que no se permiten fotos.
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