Es considerado el mejor de los pintores académicos franceses (La Rochelle - 1825 -1905) y uno de los más grandes pintores del mundo en su época, primer presidente del departamento de pintura de la Sociedad de Artistas Franceses, se formó en París y Roma. Profesor y pintor neoclásico de estilo académico y expresión romántica, dibujó numerosos cuadros de tema clásico o religioso y retratos, y decoró varias iglesias parisinas, siempre con un acabado final muy cuidado.
Declaró: Mi principal anhelo es pintar la belleza de manera perfecta. Para ello Bouguereau disponía de una cualidad, la perseverancia, aspecto que le esclavizó durante su vida, pues deseaba pintar lo que el ojo humano ve en forma exacta, y que en la práctica, requiere de jornadas extensas de trabajo riguroso.
No desea capturar la atención del observador mediante un estilo original, sino mediante la fidelidad con que refleja la realidad. Maestro fuera de serie en este sentido, su conocimiento del cuerpo humano es manifiesto.
Entre las personalidades de la época que confesaron admiración por su obra cabe destacar el pianista y compositor romántico Chopin.
Su considerable obra (más de setecientos cuadros) era característicamente académica: técnica depurada para los numerosos bocetos previos, buen acabado (que cuidaba con esmero), colorido variado, tema narrativo y sentimental desde perspectiva clásica. Fue popular en Francia y en la corte de Napoleón III, pero quedó en cierto modo al margen a causa del creciente aprecio por nuevos estilos como el impresionismo, al que curiosamente había vetado para el Salón de París por considerar que a los cuadros de ese estilo les faltaba acabado. Ello no impidió que sus cuadros fueran adquiridos en gran número por coleccionistas americanos e ingleses.