UN DESCANSO COMO EN CASA.
Esta semana visitamos uno de esos lugares que hoy en día se denominan estancias o lugares con encanto.
Situada en Pelayos de la Presa, Madrid, a escasos minutos del Pantano de San Juan, de la población, pero lo suficientemente apartado para sentir que estás en plena naturaleza.Sendas, deportes de aventura, piscina y una amplia casa, donde podréis alojaros hasta 15 personas o celebrar cualquier evento.(Bodas, despedidas, cumpleaños…)
Nos recibe Marta, para enseñarnos esta casa, que era la de sus abuelos, y que desde el año 2013 alquilan a quien quiera descansar sintiéndose como en casa.Un amplio jardín, un cómodo y acogedor porche, barbacoa, piscina y todo esto en plena naturaleza.
La casa está distribuida en dos salones, cocina , 2 habitaciones con baño, uno de ellos para personas con movilidad reducida, y otras tres habitaciones. Aunque 4 de ellas están en la planta inferior, son exteriores.
En la primera planta encontramos el salón, uno de ellos comedor, una habitación principal y la cocina.
No es la típica casa de alquiler. Detalles, adornos, que te dan esa sensación de estar en tu propia casa del pueblo.
En la entrada nos llama la atención esta colección de máscaras que han estado siempre en casa, como nos comenta Marta y que es la zona de paso entre uno de los salones y el salón-comedor.
En este salón comedor hay una fantástica chimenea, una lámpara recordando a las de las de siempre de las mesas de billar y un espejo de madera, que nos indica Marta adquirió en un viaje.
Este salón de la planta principal, da acceso directo a una de las habitaciones con baño incorporado, y además adaptado a personas con movilidad reducida.
En esta habitación el papel pintado en las paredes, nos recuerda a la decoración propia de las casas de campo francesas, que quizás no utilizaríamos en nuestra decoración, pero que queda apropiado en una casa de campo, de este estilo, conservando el sabor a las casas de siempre.
Del salón, bajando unas escaleras, llegamos a la planta inferior, donde se encuentran el resto de habitaciones, como hemos mencionado anteriormente,todas exteriores.Lo curioso es que cada habitación está decorada en consonancia con distintas culturas del mundo, comenzamos con la castiza, que la han bautizada como “La pausa”.
No es una estancia demasiado amplia, pero tiene un ambiente muy acogedor.
Cama en colores cálidos, luz tenue, y ese impresionante marco de madera, que han utilizado como soporte de una tela de seda, aunque podríamos imaginárnoslo como un elemento eclesiástico adornando alguna obra de un pintor de renombre.
La habitación japonesa, o de aires asiáticos, llamada “Heya” se convierte en una habitación especial, en las celebraciones de bodas en esta casa, se trata de la habitación nupcial.
Con baño incorporado, ahora la veis con mas camas, ya que es muy amplia y se utiliza dependiendo de la necesidad de cada grupo.En esta ocasión tonos morados, incluso en la moqueta del suelo, y cuadros con motivos orientales.
Nos vamos hasta Guatemala y Perú en otra de las habitaciones.Inspiración en las colchas de las camas y en los cuadros que decoran las paredes de esta estancia, hechos a mano en lana, telas, y que nos cuenta que algunos son regalos de amigos que en sus viajes se acuerdan y contribuyen a la decoración de este ambiente.
Al lado de la ventana de esta habitación, que da a un patio que luego os enseñaremos, nos encontramos un baúl de madera tallada que también nos llamó la atención.
Cuando salimos de esta estancia una puerta nos lleva directamente a un patio, que Marta nos cuenta es uno de los mejores lugares para estar en verano.Hiedras, sombra, muy fresquito y agradable.
Y hablando de patios, nos hemos dejado el que hay al otro lado de la casa, y que dan a el dos de las habitaciones, entre ellas la castiza.
Este hasta tiene una fuente, que imaginamos es una delicia en verano, fresquito y el ruidito que emana incansable del caño, un patio que podría recordarnos a los que existen en las casas tradicionales andaluzas.
Y aún nos quedaba alguna que otra sorpresa por descubrir, rincones que quizás no esperes y que aquí , en Casa Akoro, encuentras. Porque del patio principal accedemos a lo que no podía faltar en una casa de estas características….¿ Qué hay detrás de esta puerta?
Pues una fantástica bodega.Con detalles que siempre han estado ahí, como el botellero, que incluso nos contaba Marta, su abuelo tenía cada botella etiquetada, y que así las conservan.
Y como nos fijamos en todo, ya sabéis, descubrimos un utensilio, que también tendrá su años, y que intentamos saber que es.
Al final llegamos a la conclusión que podían ser pesas de aceite, por las muescas, por los ganchitos donde se colocarían los pesos y por la forma del cuenco donde quizás se vertiese el aceite. Si nos confundimos ya sabéis, tendréis que contárnoslo.
Apliques antiguos, lámparas con historia, un lugar para tomarse algo tranquilamente y disfrutar, sin duda alguna, de este espacio.
Y justo al lado sólo nos queda enseñaros una sala multiusos.Podemos contaros que en esta casa, hay mucha vida, y de corrientes diferentes. Esta estancia es de relax total, y en ocasiones se utiliza para sesiones de yoga , relajación o distintos talleres que aquí se organizan.(masajes, música…)
La curiosidad es que las paredes están pintadas de muchos colores, relajantes que pasan de uno a otro de manera solapada haciendo un todo y que se han realizado con la técnica de la “pintura de patata”.Técnica natural que no emite ningún tipo de olor químico ni gases. (patata, leche, pigmentos naturales y “blanco de España”).
En la esquina un rincón de luz cálida, originada por una lámpara de sal.
Pues así es esta casa para tu estancia, que te recomendamos.Has visto muchos detalles que hemos comentado , pero te aseguramos que aún te queda mucho que descubrir…
Nos despedimos con un mensaje de Marta que te envía desde su web y dice así:
Emoción, sorpresa, divertimento, placer, descanso, inspiración, magia, belleza, paz, luz, color, actividades y servicios.
Seguro que si vienes… vuelves. Te cuidamos.
No hay mucho mas que decir. Nosotras, una vez más, nos sentimos como en casa.Agradecemos a Marta su simpatía y cordialidad con nosotras y tendremos que darnos un buen bañito en esa estupenda piscina y tomar algo fresquito en ese porche cuando el tiempo deje de hacer sus locuras.
!! Muchas gracias!!
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